Autor: Rómulo Betancourt
Título: Política Nacionalista del gobierno ecuatoriano
Fecha de publicación: 10-02-1938
Publicación: Diario Ahora


Desde hace varios días, las agencias noticiosas vienen trasmitiendo interesantes noticias de Washington y de Quito, relacionadas con la actuación nacionalista del Gobierno del Ecuador. El señor Alberto Enríquez es el jefe de ese Gobierno, sucesor del régimen dictatorial que presidió el ingeniero Páez.
El Gobierno ecuatoriano parece dispuesto a adoptar una línea de conducta valerosa y reinvidicadora frente al capital extranjero. Su primera actuación en ese sentido la hizo sentir sobre la compañía minera South American DevcIopment Company, empresa con capital norteamericano que explota, desde el año de 1890, las minas de oro de Porto Belo. El contrato que suscribió esa empresa resulta en extremo lesivo para los intereses de la economía ecuatoriana. Y el Gobierno Enríquez, aprovechándose de la coyuntura favorable creada por incumplimientos de la compañía de algunas cláusulas contractuales, le ha exigido la reforma de los términos en que está concebida la contratación. La compañía se ha mostrado en desacuerdo con esa exigencia y como represalia, el Gobierno la ha amenazado con la incautación pura y simple de las minas, haciéndola ocupar por sus tropas.
En fecha reciente, en los diarios de Washington se publicó un extenso despacho cablegráfico, retransmitido al mundo por la Prensa Asociada. De esa información reproduciremos un párrafo, el cual precisa los términos del conflicto surgido entre el gobierno ecuatoriano y la South American Development Company: "El presidente provisional, Alberto Enríquez, está determinado a revisar todas las concesiones y contratos con las empresas extranjeras en Ecuador, y ha acusado a la referida compañía de falsear el valor del oro exportado. En manifiesto pasándo a la South American Development Company, el gobierno del Ecuador le manifiesta que si dentro de un plazo estipulado la compañía no contesta favorablemente a las exigencias del Gobierno, la región minera será ocupada por tropas ecuatorianas. Se tiene entendido aquí que una de las cláusulas más salientes del nuevo contrato que propone el gobierno ecuatoriano implica la elevación de los impuestos que deberá pagar dicha empresa minera".
Otras noticias, también trasmitidas desde Quito por las agencias noticiosas, informan del propósito gubernamental de revisar el contrato del Estado con la All American Cable. Ya el gabinete ha iniciado la revisión de ese contrato, y se da como un hecho que será anulado el privilegio de las comunicaciones internacionales, de que venía disfrutando esa empresa desde 1897.
Esta acción nacionalista del gobierno ecuatoriano se da la mano con la que siguió Bolivia, al nacionalizar concesiones detentadas por la filial en aquel país de la Standar Oil; con la de Colombia, frente a la United Fruit Company, que ha culminado con la prisión del gerente de esa empresa en Santa Marta, el señor Bennet, por incumplimiento de las leyes colombianas; con la de México, nacionalizando 350.000 acres de tierras aceitíferas usufructuadas por la Standard Oil of California y aplicando la ley de fraccionamiento de latifundios a extensas haciendas pertenecientes a sindicatos estadounidenses.
Son alentadoras estas noticias que registramos. Pareciera como que ha llegado hasta los medios gubernamentales de algunas naciones lo que hasta ayer fue sólo impotente anhelo popular. Nos referimos a la rectificación de la política de subasta a bajo precio de nuestras riquezas naturales al capital colonizador extranjero. Se nota ya el triunfo paulatino de la tesis nacionalista, la cual no niega la necesidad de atraer el capital extranjero para la explotación de nuestras zonas de riqueza potencial, sino que reclama negociar con los trusts internacionales en términos favorables para las economías nacionales y en condiciones nunca lesivas para la soberanía de nuestros pueblos. y esto que está sucediendo en Ecuador, con el apoyo y la simpatía de todos los pueblos nuestros, aún está por hacerse en Venezuela. Hubo la creencia, desvanecida con el tiempo, de que la desaparición de la tiranía entreguista y vende-patria marcaría el comienzo de una acción reivindicatoria nacional. La creencia se hizo fe cuando el Ejecutivo, en uno de los considerando s del decreto por' el cual asumía el control del ferrocarril del Este, afirmó que revisaría todos los contratos vigentes. Pero I).ada de eso se ha hecho. Y la All American Cables, la Panamerican Airways lnc., las empresas de electricidad, de teléfonos, de tranvías, las grandes empresas petroleras, continúan explotando concesiones cedidas por el régimen de Gómez, en condiciones desastrosas para Venezuela y al precio de la prevaricación de funcionarios sin conciencia de nacionalidad.
Un paso gubernamental de extensa resonancia en Venezuela, sería el del estudio y revisión de todos los contratos vigentes entre el Estado y las empresas inversionistas extranjeras.