Autor: Rómulo Betancourt
Título: Mil cuatrocientos noventa pozos
Fecha de publicación: 22-04-1937
Publicación: Diario Ahora


El Diputado Arévalo Cedeño, considerando la necesidad urgente que confrontan los pueblos y campos de la República, solicitó de la Cámara recomendar al Gobierno Federal la perforación de mil cuatrocientos noventa pozos. Estos serán repartidos entre los Estados tocándole número preferente a los Estados Guárico, Lara, Falcón y Nueva Esparta. La idea de dotar las regiones secas con agua no puede ser mejor. Nos parece, sin embargo, que la cuestión amerita un estudio más detenido. Si en algunas partes se hará necesario construir pozos, en otras se podrán aprovechar aguas superficiales.
No estamos muy convencidos de la exactitud del precio que el Diputado Arévalo Cedeño atribuye a cada pozo: Bs. 2.000; ni creemos posible establecer un precio standard, pues las condiciones geológicas no son las mismas en todo el territorio de la República. Allí donde el agua se encuentra a poca profundidad y no haya capas-rocosas que perforar, puede bien costar un pozo la suma que ha calculado el Diputado Arévalo Cedeño; pero en otros lugares habrá rocas que perforar y se hará necesario taladrar cientos de metros para hallar una vena de agua abundante.
Otra circunstancia digna de ser tomada en cuenta es que no siempre se encuentra en el sub-suelo agua en cantidades suficientes para razonar la construcción de un pozo. Es preciso proceder antes a estudios previos que sean llevados a cabo por personas peritas.
Sabemos, por ejemplo, que el Gobierno del Estado Lara, trajo a un especialista en el suministro de agua procedente del sub-suelo y que éste trabaja todavía, después de varios meses, en la altiplanicie larense. Hemos sido informados de que en los alrededores de Quibor se está taladrando un pozo, con la finalidad de dotar de acueductos a esta importante población en el cual han profundizado ya más de 300 pies. Se nos ha dicho asimismo que el técnico no espera encontrar agua suficiente hasta los 500 pies. Nos atrevemos a asegurar, aun cuando no somos autoridades en la materia, que este pozo costará más de Bs. 2.000.
Repetimos que la idea del diputado Arévalo Cedeño es buena, pero que necesita que se la estudie mejor. Antes de decretar cien pozos para la Isla de Margarita, convendría averiguar a qué profundidad se encuentra agua en ella y cuáles son las capas geológicas que será necesario atravesar con la perforadora; convendría llevar a cabo en cada una de las regiones que se quiere beneficiar, un estudio serio como el que ha hecho realizar el Gobierno de Lara con tan buen juicio.
La misión técnica que se halla trabajando en el Estado Lara está respaldada por una importante firma norteamericana. Tal vez fuera lo prudente que el gobierno Federal contratase los servicios de esa gente para que hiciesen las investigaciones conducentes en los Estados donde se quiere construir los pozos del proyecto y obrar después conscientemente, sabiendo de antemano qué cantidad de agua se obtendrá y cuál será el costo exacto de las obras.
En asuntos de tanta monta como el que encierra la iniciativa del Diputado Arévalo Cedeño resulta más conveniente proceder con menos precipitación porque de otra manera corremos el riesgo de que el Decreto, si se llegase a promulgar, se quede en Decreto y de que se pierda una idea buena.