Autor: Rómulo Betancourt
Título: La distribución del Presupuesto en el Plan Trienal
Fecha de publicación: 18-05-1938
Publicación: Diario Ahora


El ciudadano Presidente de la República, en la exposición leida ante el Congreso para exponer el Plan Trienal, afirma este concepto:
"Mi experiencia de dos años al frente del Poder me ha llevado al convencimiento de que nuestras necesidades públicas más esenciales estriban en una mayor producción y rendimiento de la economía nacional, en el abaratamiento de la vida y en esta trilogía inseparable: sanear, educar y poblar".
Estas afirmaciones son irrebatibles. Vigorizar nuestra economía venezolana, reducirle el coste de vida al venezolano, curarlo y educado; y poblar nuestro desierto, son los pilares insustituibles de una política social de gran estilo en nuestro país.
Aceptada esa tesis presidencial, hemos ido a buscar en los números del Plan Trienal una concretización de ella en la forma como se haya distribuido el Presupuesto. Y, a decir verdad, hemos encontrado contradicción entre aquellas afirmaciones generales y fa realidad insoslayable de las cifras.
La distribución de las partidas presupuestadas no responde a la esencia de una política orientada a sanear, poblar y educar. Continúa por lo contrario, una vieja e injustificable tendencia a favorecer los Ministerios de más extensa clientela burocrática, en vez de vigorizarse los de importancia vital para la vida del país.
Es la forma como se distribuye el Presupuesto de un Estado un índice revelador de la forma política de que se ha revestido. Estado abiertamente despótico, o de veleidades dictatoriales, busca como soportes fundamentales a la clientela política, a la densa tropa burocrática ya las fuerzas represivas armadas. De aquí que en Estados de tal fisonomía, los Ministerios de Obras Públicas (dispensadores de obras ornamentales y de caminos, para belleza y comodidades de zonas habitadas por los "amigos del régimen"), de Gobierno o Relaciones Interiores (ubre pródiga en pezones para la clientela política) y de Guerra (garantía contra la insurgencia ciudadana) ocupen los primeros sitios en la distribución del presupuesto. Durante el régimen de Gómez no fue otra la manera como se escalonaron los presupuestos. Hubo época (en la década 1921-1930) en que sólo dos Ministerios -Interiores y Obras Públicas- absorbieron más del 30% del total de gastos.
El Gobierno actual, en su primer año de gestión administrativa, rectificó esa línea de conducta, explicable en un régimen distanciado del pueblo e incompatible con el que se reclamaba de orientación democrática.
En el primer Presupuesto del Gobierno López Contreras, correspondiente al año 1936-37, se efectuó una modificación encomiable en la distribución del Presupuesto. Obras Públicas continuó ocupando el sitio más alto en la escala de gastos, correspondiéndole al 20,8% del total. Pero Agricultura y Sanidad superaron, recibiendo el 20,2% del Presupuesto, a Interiores que sólo recibió el 17% y a Guerra, que no recibió sino el 14,3%. El porcentaje destinado a Instrucción Pública -no obstante ser todavía muy bajo en un país con pavoroso volumen de analfabetas y urgido de incorporarse a la cultura superó a los de Hacienda, Exteriores y Fomento.
Esta distribución del Presupuesto sí revelaba, aun cuando todavía tímidamente, la orientación gubernamental hacia >.
De pronto, en el Presupuesto del año pasado, el Gobierno Nacional volvió sobre sus pasos. Sin darse explicación alguna del porqué de ese retorno al pasado, el Presupuesto de 1937-38 tuvo marcada fisonomía de >. Interiores recobró la preeminencia, con una asignación de 61 millones de bolívares. Lo siguió Obras Públicas, con 47 millones. Después, y en su orden, venían: Agricultura y Cría, 34 millones; Guerra y Marina, 32 millones; Educación Nacional, 18 millones; Hacienda, 16 millones; Trabajo y Comunicaciones, 15 millones; Sanidad y Asistencia Social, 13 millones; Relaciones Exteriores, 6 millones; y Fomento, 3 millones.
El Presupuesto para el año 1938-39 no ratifica esta forma de distribución. No retorna sobre la vía, felizmente iniciada en el Presupuesto 1936-37, sino que afirma la orientación del Presupuesto 1937-38. En otras palabras, que se entronca con la tradición presupuestal creada por regímenes políticos de tipo netamente autocrático. Y no es por > que se han interesado, propiamente, los gobiernos de ese cuño.
En la distribución por partida para cada Ministerio qué se hace en el Presupuesto 1938-39 encontramos lo siguiente: Interiores continúa a la cabeza de los Ministerios, con un aumento de 8 millones que eleva el total de su asignación a 61 millones de bolívares (más de 10 millones destinados a la construcción de obras durante los 3 años del Plan). El segundo sitio le corresponde a Guerra y Marina, con un aumento de 8 millones de bolívares (más de 10 millones destinados a la construcción de cuarteles, edificios, etc., durante el trienio y Bs. 3.500.000 para la construcción de 23 aeródromos). Como se observará, Guerra ha desplazado este año a Agricultura, que ocupó el 3er. puesto en la escala de distribución del Presupuesto 1937-38 Guerra pasó del 4º al 2º puesto. Los otros Ministerios experimentaron aumentos en sus Presupuestos en la siguiente forma: Agricultura, de 34 millones pasa a 38; Educación, de 18 millones pasa a 22; Sanidad y Asistencia Social, de 13 millones pasa a 18; Hacienda, de 17 millones pasa a 21; Trabajo y Comunicaciones, de 15 millones pasa a 19 millones; Fomento pasa de 5 millones a 12. No hay variación en cuanto al Presupuesto de Relaciones. Con respecto al Presupuesto de Obras Públicas, en la exposición del Plan Trienal no se da sino la cifra global de las erogaciones que se harán a través de ese Despacho ejecutivo, durante los 3 años del Plan. Pero no se precisa la cuantía de lo asignado a ese Ministerio en el año fiscal próximo a iniciarse.
De este examen en bloque del Presupuesto elaborado por el Ejecutivo para el año 19.38-39, puede hacerse una deducción básica: la de que no hay coincidencia entre las formas como se distribuyen las partidas entre los distintos Ministerios y el confeso propósito oficial de orientar en otra forma su gestión gubernativa. No es continuando una tradición perjudicial de Presupuestos donde Interiores, Guerra y Obras Públicas ocupan los rangos preeminentes como se vigoriza la economía, se abarata el coste de vida; se educa, se sanea y se incrementa la población. Agricultura, Educación y Sanidad son los Ministerios a los que correspondería agenciar una política orientada hacia tales fines. Es inconcebible que una política de ese signo progresista pueda realizarse si a los tres Ministerios últimamente enumerados no se les dota con una largueza extraordinaria, mientras se recortan las partidas atribuidas a otros que cumplen papel importantísimo en un régimen autocrático, pero mucho menos en un régimen democrático.
Nuevos comentarios haremos en próximos artículos sobre este tema-eje de la distribución de los Presupuestos dentro del Plan Trienal.