Autor: Rómulo Betancourt
Título: La depresión económica en Estados Unidos
Fecha de publicación: 09-07-1938
Publicación: Diario Ahora


En la revista Economía y Finanzas de Santiago de Chile, correspondiente a marzo de este año, hemos encontrado una document1ida y alarmante información sobre la crisis económica que ya despunta, amenazante, en Estados Unidos.
Las crisis económicas durante la segunda mitad del siglo XIX, se presentaban con cierta regularidad cíclica. Aproximadamente cada 10 años confrontaba la economía capitalista uno de esos profundos sacudimientos en su estructura interna. Liquidado el balance de fortunas destruidas de grandes masas de artículos manufacturados inutilizadas, de cultivos abonados y de sectores de las clases medias devenidos proletarios, recomenzaba el ciclo de ascenso, estabilidad y nueva crisis.
Esas crisis periódicas han ido debilitando el organismo económica internacional. Las posibilidades de recuperación son menores a medida que esos cataclismos económicos -que son la crisis- van siendo más profundos y continuados. De la concurrencia de todos esos factores ha resultado que los períodos de ascenso y estabilidad entre dos crisis tiendan a ser cada vez más fugaces.
Nos encontramos ante una verificación de este fenómeno. No hace sino apenas unos 4 años de haberse iniciado la recuperación económica del mundo occidental- después de más de 5 años de agudo colapso en todas las actividades productivas- cuando de nuevo se perfila, con todo su cortejo de calamidades, una nueva crisis.
En Estados Unidos, los síntomas de la nueva depresión se han revelado con extraordinaria precisión. La caída violenta de la producción industrial, en los últimos 4 meses de 1937, superó en rapidez a los tres "pánicos" más conocidos de la historia económica de Estados Unidos: los de 1893, 1907 Y 1920. Durante esos últimos cuatro meses del año pasado a que hemos hecho referencia, descendió el volumen de la producción industrial de 117 en agosto hasta 84 en diciembre, llegando así la baja en la producción en cuatro meses -como apunta la revista financiera chilena- a 33 puntos..
En enero de este año, se notó una ligera tendencia a la estabilización en los índices de la producción. El índice de productos básicos de la industria norteamericana bajó de 210 en agosto de 1937 a 145 en noviembre. Pero, ulteriormente tendió a estabilizarse alrededor de 150.
No significan estos últimos datos que la posibilidad de una nueva, arruinadora crisis esté descartada. Reflejo de la depresión que ya hace estragos en Estados Unidos es el hecho de que la venta por menor de automóviles en centros productores de importancia (Detroit y Cleveland) haya sido, en enero de 1938, menor en una tercera parte a las de enero de 1937; y que haya disminuido la carga de los vagones ferrocarrileros en un 15% en enero del año que cursa y en comparación con enero del año próximo pasado.
Este fenómeno no tiene para nosotros sólo un interés anecdótico o académico. Y estas cifras que registramos no es con el simple propósito de coleccionadas en esta sección, como un entomólogo que colecciona insectos.
Nuestra intención es la de dar una voz de alarma al país, a fin de que se tomen todas las providencias del caso -tanto por el Gobierno Nacional como por comerciantes, industriales y agricultores -para que no nos encuentre desprevenidos esa posible nueva crisis.
Somos parte de un todo económico mundial. Esta es una verdad que nadie ignora hoy en Venezuela, porque la aprendió al duro precio de la repercusión interna de la crisis económica internacional iniciada con el "pánico" en la Bolsa de Nueva York, en 1929. Y si nos afecta, directa e indirectamente, una crisis surgida en cualquier país del mundo, el perjuicio será directo y sensible de iniciarse en Estados U nidos la nueva depresión económica, país con el cual mantenemos un intenso comercio de importación y exportación.