Autor: Rómulo Betancourt
Título: La Ley de Estadística en la Cámara de Diputados
Fecha de publicación: 14-07-1938
Publicación: Diario Ahora


En su sesión del 12 de julio, la Cámara de Diputados aprobó, en primera discusión el proyecto de Ley de Estadística elaborado por el Ministerio de Fomento.
En favor de ese proyecto, definitivamente centralizador de todas las ramas de la estadística nacional en un sólo organismo, se había pronunciado la comisión especial de la Cámara, designada para estudiar los dos proyectos presentados.
El proyecto cuya promulgación no recomendó esa comisión, está suscrito por los diputados Viana Castillo, Rippert Encinoso y Briceño Rossi. Este proyecto -en contraposición con el de Fomento- es de manifiesta orientación descentralista, "con la característica muy marcada -observa en su informe la comisión- de supeditar la estadística demográfica en general a la estadística sanitaria, sacrificando la amplitud y generalidad de aquella a la especialidad de esta".
Nuestra opinión ha sido, desde el primer momento, favorable a la tesis centralizadora, informante del espíritu de la Ley aprobada por el Senado ya la cual acaba de dársele en Diputados la primera discusión.
Militan razones de mucha consistencia en favor de la tesis centralizadora. Entre ellas, la de que los países que han alcanzado un mayor grado de tecnicismo en sus labores administrativas (Francia, Alemania, Bélgica, Italia, México, etc.), han adoptado en absoluto el principio centralizador. Además, las razones que puntualiza la comisión, y todas de mucha fuerza probatoria, son: 1) coloca bajo dirección única todos los servicios inherentes al ramo, lo cual facilita la vigencia de criterios y métodos uniformes de trabajo; 2) la utilización de un sólo personal especial, bajo una disciplina y con un estilo de trabajo uniforme y armónico; 3) utilización de un tren único de maquinarias, lo cual se traduce en centralización y del trabajo disminución del personal burocrático; 4) se solucionan los conflictos de jurisdicción entre los varios departamentos estatales; 5) facilita la inspección y el intercambio internacional; 6) mantiene en una sola oficina, a la orden de los diferentes despachos ejecutivos, los datos que se requieran en materia de estadística general.
La tesis descentralizadora, sostenida en el proyecto de Viana Castillo y otros, no es admisible ni daría buenos resultados. Peca de visible hipertrofia de >, de una tendencia manifiesta a sobreestimar la función de los departamentos de higiene pública en materia de estadística. Así, llega al extremo, realmente absurdo, de plantear que se adscriba también a Sanidad la estadística del Registro Civil, por sus conexiones con la estadística sanitaria. Como observó muy bien la comisión informante, nada tienen que hacer en sanidad los archivos del registro civil. Los datos que allí se recopilan son tan escuetos -sexo, edad, profesión, etc.- que ninguna conexión tienen con la estadística sanitaria nacional. En cuanto a los certificados médicos de defunciones -que también forman parte de ese archivo, y los cuales sí revisten especialísimo interés para Sanidad- ya existe la práctica deque sean recogidos por ese Ministerio.
Ratificando nuestra posición francamente favorable a la tesis centralizadora en materia de estadística, queremos precisar que la polémica entre los dos puntos de vista ha querido reducirse, por algunos, a subalterna disputa entre dos funcionarios públicos. Y no es así. No se trata de complacer al profesor Vandellós o al señor Shelly Hernández, sino de pronunciarse en favor o en contra de una tesis: la de la centralización estadística. Y por nuestra parte, queremos dejar la constancia de que somos favorables a la centralización sin ignorar por eso los méritos como estadístico sanitario de Shelly Hernández, ardiente impugnador de esa tesis. Ha rendido, según informes obtenidos por nosotros y que nos merecen absoluta fe, una labor meritoria, silenciosa y eficaz en el campo de la estadística sanitaria nacional.
Al mismo tiempo, nos pareció argumento vedado, que nunca debió esgrimirse en el terreno de una polémica seria y científica, el de los sueldos y la nacionalidad del profesor Vandellós. Este estadístico español es uno de los pocos técnicos extranjeros que ha rendido labor meritoria y trascendente en Venezuela. Ha colocado, el personal bajo su dirección especializada y capaz varios hitos importantes -Índice de precios por mayor, Censos Comercial e Industrial del Distrito Federal, etc.- en el camino que debemos recorrer hacia el conocimiento exacto de nuestras posibilidades como nación. Sus estudios personales sobre la demografía nacional y sobre los precios de fieles marítimos son esfuerzos serios para dilucidar problemas de gran proyección en 10 económico y lo social.
Concluimos esta nota instando a la Cámara de Diputados para que la Ley de Estadística salga este año. Necesita de ese instrumento legal -y de medios, amplitud y facilidades para realizar sus tareas- la Oficina Central de Estadística. Hacer -técnica y científicamente- un inventario de nuestras posibilidades creadoras, desde el punto de vista de la producción nacional, es una de las tareas más premiosas planteadas a los venezolanos.