Autor: Rómulo Betancourt
Título: Exportaciones e importaciones venezolanas de 1937
Fecha de publicación: 25-07-1938
Publicación: Diario Ahora


En el más reciente número de la Revista de Hacienda -8, correspondiente a abril-julio 1938- se publican los resúmenes completos del volumen y valor de las exportaciones e importaciones de Venezuela durante el año de 1937.
Esos datos numéricos vienen a confirmar una tesis sustentada por nosotros con terca insistencia en esta columna. Nos referimos a la de esa distorsión de la economía nacional. Existe una desproporcionada "tijera" abierta entre lo que Venezuela produce y exporta; y lo que importa del exterior, por no producirlo el país o por producirlo en cantidades o calidad deficientes.
El total de las exportaciones reales entendiendo por ellas las de productos agropecuarios, obtenidos por individuos y entidades venezolanas trabajando con capital venezolano apenas alcanzó a la cantidad de Kg. 98.069.680, con un valor de Bs. 62.929.945.
Estas cifras tan bajas, y reveladoras de un peligroso estancamiento de nuestra economía, no coinciden con las de los mensajes oficiales. Y es porque en ellos se ha seguido la práctica -puñado de arena lanzado a los ojos del país- de englobar en las exportaciones el volumen y valor del oro, el petróleo y el asfalto exportados. Si esos productos se toman en cuenta, para el efecto de la verificación del volumen y valor de las exportaciones, tendríamos esas cifras halagüeñas desplegadas en más de un documento oficial ante la Nación: en 1937, se exportó un total de Kgs. 26.071.285.083, con un valor de Bs. 871.462.781. Sólo que de esos alegres números debe necesariamente excluirse, si es que queremos clarificar con toda honestidad nuestra verdadera situación económica, las siguientes partidas: Exportación de oro no acuñado, Bs. 15,314.620; exportación de oro acuñado: Bs. 20,800.000; mercancías reexportadas: Bs. 2.376.114. Y, por último, el valor (convencional) del petróleo, asfalto y sus derivados salidos por los puertos de la República: Bs. 770.042.102.
Estas deducciones deben hacerse, necesariamente, porque se trata de productos cuyo valor no regresa al país. Se queda en el exterior, en forma de dividendos para accionistas privilegiados de potentes trust.
Discriminando más al detalle las exportaciones reales nos encontramos con datos reveladores de la profunda anemia de nuestra economía. La exportación de café, por ejemplo, alcanzó apenas a la cantidad de Kgs. 41.639.872, con un valor de Bs. 38.036.543. La exportación de cacao apenas alcanzó a la cifra de kgs. 16.356.276. La exportación de ganado, -que hace algunos años, cuando no habíamos perdido el mercado de las Antillas, constituía una de las mejores líneas de exportación del país -apenas fue de Kgs. 12.791.824, con un valor de Bs. 2.806.265. En algunos artículos, la exportación venezolana ha llegado a límites de decadencia insospechada: La exportación de madera apenas alcanzó a la cantidad de Kgs. 2.774.824 con un valor de Bs. 191.212.
Contrastan con estas cifras lamentables arrojadas por la exportación las de importación. En total entraron por los puertos venezolanos, durante el año pasado, la cantidad de Kgs. 582.544,662, con un valor de Bs. 304.633.681.
Estas cifras, más y mejor que páginas enteras de literatura económica, revelan cómo marchamos, a la deriva, hacia la falencia de nuestra riqueza privada y pública;