Autor: Rómulo Betancourt
Título: Las reformas en el sistema de Primas de Exportación dejan en pie las más serias modalidades negativas de esa medida oficial
Fecha de publicación: 26-07-1938
Publicación: Diario Ahora


El Ejecutivo Federal, a través del Ministerio de Agricultura y con fundamento en atribuciones que confiere a éste el artículo 19 del Decreto de 3 de 1937, ha introducido algunas reformas en el sistema de primas de exportación.
Esas reformas son las siguientes:
La prima de exportación del cacao, que en la actualidad es de Bs. 10 por saco de 50 kgs se aumenta a Bs. 15. Los exportadores de ese fruto deben presentar constancia suscrita por el productor, de que el aumento en la prima ha ido efectivamente a sus manos. En caso de faltar ese testimonio del agricultor, el exportador sólo podrá beneficiarse, con la cantidad de Bs. 10 sobre cada saco de 50 kgs que embarque para mercados del exterior. También se estipula la obligación para los exportadores, noventa días después de la fecha en que ha sido publicada la resolución cuya glosa hacemos de presentar un certificado de la Caja Agraria del Cacao, en la cual conste que la exportación la realizó de acuerdo con las denominaciones y en los tipos recomendados por la Asociación Venezolana de Cacao. También se exigirá, a partir de treinta días después de publicada esta resolución, que los empaques para el café y el cacao exportados por nuestros puertos y aspirantes al goce de la prima, lleven este rótulo: "Productos de Venezuela".
Vamos a dejar de lado las otras medidas acordadas reservándonos de hacerle comentario posterior. Nos referimos al establecimiento de una prima de exportación sobre el tabaco equivalente al 50% ad valorem del valor neto del producto exportado; a la disminución, en un 25% y a partir de un mes, de la prima de exportación sobre el dividive; y al establecimiento de una prima del 25% ad valorem a la exportación de la cebadilla.
En esta nota, vamos a ocupamos de las reformas introducidas en cuanto a la exportación del cacao.
Sin duda que con el aumento de la prima se ha buscado estimular la producción y exportación de esa almendra, de extenso cultivo en las haciendas de Oriente, del Delta y de Barlovento; y mejorar la presentación y calidad del fruto, a fin de valorizar los mercados consumidores; y evitarse que la prima no vaya a fecundar efectivamente la economía agraria, reproductiva, sino la parasitaria e infecunda oligarquía de grandes comerciantes exportadores.
Reconocida la bondad de la intención cabe decir con toda franqueza, que muy poco esperarlos de los resultados positivos de algunas de esas medidas.
Indudablemente que la obligación para el agricultor de ceñirse, al ensacar sus frutos, a las pautas fijadas por la Asociación de Productores de Cacao, disminuirá las proporciones en que está planteado, entre nosotros, desde hace mucho tiempo, un lema relacionado con ese fruto. Nos referimos, al del poco cuidado con que se mezclan para la exportación, sin selección alguna, las distintas calidades de almendra. Resultaba así, el cacao venezolano que se colocaba en los mercados de consumo, sin uniformidad, porque la almendra producida y otras regiones privilegiadas por la calidad de sus tierras, alternaba en un mismo lote, con tipos de muy dudosa calidad. Esta situación se ha reflejado en forma de descrédito para nuestro cacao en los mercados de ultramar. Y Trinidad -que compra, selecciona y acondiciona para el consumo buena parte de la producción venezolana de las costas orientales y del Delta- vende como productos de su suelo los que han sido cultivados y cosechados en Venezuela. Las dos medidas recientemente adoptadas -mejor selección del fruto y especificación deque se ha producido en Venezuela- contribuirán, indudablemente, a reconquistarle el prestigio a nuestro cacao y a impedir que otros países acrediten su nombre como productores de cacao, á costa del nuestro.
En estos aspectos, no parece útil y más que justificada la reforma contenida en la resolución del Ministerio del ramo. Empero, no podemos decir lo mismo con respecto al sistema que allí se establece para impedirse la evasión de la prima, de manos del productor a los bolsillos del comercian te intermediario o exportador.
En realidad, el pequeño y medio productor de cacao -como todos los agricultores pobres del país- venden o empeñan, su cosecha >. La necesidad de recursos para atender a los procesos de limpia, siembra, etc., así como para subvenir a sus necesidades personales, lo lanza por la vía del préstamo, de la solicitud de suministros. Como no existe en Venezuela un sistema de crédito agrario flexible, expeditivo y con sólido respaldo monetario, en la casi totalidad de las veces le sirve de prestamista al productor arruinado el comerciante en grande o el agricultor de extensos recursos. Y es obvio que, obligado por la necesidad, ese agricultor acepte todas las condiciones, por ominosas que fueren, impuestas por su >. Entre ellas, tendrá que aceptar ahora -además del interés usurario, de hasta el 24% anual, la obligación de entregar café o cacao por sacos, del mismo peso, maíz y otros frutos menores, etc.- la de firmarle al comerciante una constancia de haber recibido la prima. Firmará una falsedad, contradiciendo su propio interés. Pero, ¿cuál camino sino ése le queda expedito, ante la urgencia inaplazable del suministro con el cual atiende a su pequeña finca?
En realidad, mientras la prima no sea pagada antes, y no después, de la cosecha; y mientras no se establezca una red de distribución de esa ayuda a la agricultura en forma que se elimine el intermediario entre el Estado y el productor, serán comerciantes usureros y firmas exportadoras, las beneficiadas en primer término con estas >.
Al lado de esta observación, queremos hacer otra. Es la de que el aumento en la prima del cacao debe obedecer a una investigación a fondo hecha por el Ministerio de Agricultura. Como consecuencia de ella, ese despacho debe abrigar la convicción de no ser remunerativo el cultivo con las cotizaciones actuales de la almendra y con sólo una prima de Bs. 10. En consecuencia, se ha aumentado la prima en Bs. 5 por saco. Pero, al mismo tiempo que el aumento de la prima, ¿por qué no se tomaron medidas para abaratar los costos de producción? Mientras no se adopten medidas de conjunto, mientras se apela a las soluciones parciales ya los remedios unilaterales, el sistema de primas actuará como inyecciones de aceite alcanforado -reactivantes, pero no curativas- sobre el maltrecho organismo agrícola de Venezuela.