Autor: Rómulo Betancourt
Título: El control de cambios en la Argentina es un caso que nos importa examinar
Fecha de publicación: 06-04-1937
Publicación: Diario Ahora


Es saludable echar a veces un vistazo sobre las disposiciones financieras y económicas de otros países que, por haber comenzado a andar antes que nosotros, tienen más experiencia.
En la Revista de Economía y Finanzas de Santiago de Chile, encontramos datos interesantes sobre el control de cambios en Argentina que dicha revista ha tomado, a su vez, de publicaciones oficiales del Ministerio de Finanzas de aquel país.
Los beneficios realizados por el servicio de Control de Cambios alcanzaron a $A 69.600.000 en 1935 y a 84 millones en 1934. El total de beneficios en los dos años subió a ciento cuarenta y cuatro millones, novecientos mil pesos argentinos. En 1935 movilizó la Oficina de Control de Cambios alrededor de mil quinientos millones de pesos, de donde se puede deducir que dicha Oficina realiza una utilidad de aproximadamente 4 y medio por ciento.
La Oficina de Control representa un gasto de unos doscientos mil pesos al año.
La Argentina ha venido dedicando la utilidad que realizaba en cambios a ayudar a la agricultura.
Esto significa un impuesto indirecto a la importación. Entre nosotros se podría aprovechar un impuesto indirecto a la importación para seguir socorriendo a la agricultura y aun para aumentar el apoyo que se le presta, siempre que se logre subir el bolívar pues de esta manera se produciría aumento en los precios de artículos importados y no habría lugar a un acrecentamiento del costo de la vida.
Ayer abordamos nuevamente la cuestión de la cotización del bolívar por estar convencidos de que la que está rigiendo actualmente en el mercado cambiario está en abierta oposición con la realidad económica y con los intereses del país. Una vez más queremos hacer hincapié sobre el hecho inmoral de que las compañías petroleras se están beneficiando con una suma que alcanza aproximadamente $ 10.000.000 por año, gracias a la posición desventajosa del bolívar. Y a nadie se oculta que esos diez millones que van a engrosar las utilidades ya de por sí fabulosas de las empresas petroleras dejan de entrar a nuestra escuálida economía.
Nosotros queremos creer que el Gobierno sigue ocupándose de la cuestión del cambio con el mismo interés que demostró en meses pasados, y si golpeamos persistentemente sobre el mismo punto, lo hacemos en la convicción de que abogamos por medidas que redundarán en bien del país.