Autor: Rómulo Betancourt
Título: Acción Venezolana, revista de economía y finanzas
Fecha de publicación: 22-10-1938
Publicación: Diario Ahora


Está en circulación el Nº 1, correspondiente al mes de octubre, de la revista Acción Venezolana. Viene dedicada, íntegra, al estudio de aspectos de nuestra realidad económico-financiera.
Dirige esta publicación Manuel F. Rugeles, director de propaganda en el Ministerio de Agricultura y Cría. Esta circunstancia coloca a la revista recién salida de las prensas en su primer número, en una difícil posición. Porque si no sabe asumir una honesta actitud de independencia, será fácil descubrir y denunciar en ella la intención de cumplir un papel muy desairado: el de servir como órgano oficioso, camuflado detrás de una etiqueta de aparente independencia.
Este primer número está precedido de una suerte de profesión de fe, de cuya sinceridad se encargará de hablar el tiempo. En esa fijación de posiciones que hace el editorialista de la revista, encontramos este párrafo: "Lejos de sectarismos, aspiramos a que nuestra publicación sea un reflejo de todas las mentalidades venezolanas, identificadas con la necesidad de estructurar el país por medio de formas económicas y sociales que respondan a nuestra realidad y estén de acuerdo con las aspiraciones colectivas". Si en los hechos sabe ajustarse esa publicación a su enunciado programático cumplirá una función de gran interés en la vida nacional. Si no procede así, y en realidad actúa como un órgano oficioso del Ejecutivo Federal, tendrá todo menos lo requerido por un órgano económico-financiero independiente.
En realidad, ya el Ejecutivo dispone de órganos oficiales serios para la defensa de las tesis económicas del Gobierno. La Revista de Hacienda es una excelente publicación en su género. La Dirección de Política Económica del Ministerio de Relaciones Exteriores hace publicaciones periódicas que no dejan nada que desear, desde el punto de vista de lo oficial. Las monografías de la Dirección de Estadística en el Ministerio de Fomento -a las cuales nos hemos referido, elogiosamente, en más de una oportunidad-, son modelos de trabajos en su género.
Empero, al lado de estas publicaciones enmarcadas dentro de las limitaciones de lo oficial, se necesita la presencia viva, activa, acicateante, de una publicación económico-financiera de contenido serio, libre de adjetivación extraña a esas materias, ponderada y veraz. Y, al mismo tiempo, autónoma en sus juicios, resuelta a adoptar cuando fuere menester la aptitud polémica, valerosa para asumir la franca actitud oposicionista a las medidas económicas o hacendarias del Estado contrarias a las aspiraciones o necesidades del país.
Mucho nos tememos que Acción Venezolana no será esa Revista. Este primer número no contiene, en sus 90 y tantas páginas, sino una tímida crítica del señor Pedro Agustín Dupuy al sistema de primas de exportación. De resto, los artículos insertos son en su mayoría reproducción de ensayos ya publicados en órganos oficiales (tal el trabajo del doctor Egaña sobre "Nacionalismo Económico" o en la prensa diaria (artículos de Rincón sobre cuestión cambiaria y de Raimundo Quiñones sobre problema algodonero).
Queremos que se nos entienda bien. No estamos adoptando una actitud sectaria ni enturbiada por el prejuicio político. La mayor objetividad hemos mantenido siempre en esta columna. En ella se han aplaudido o criticado actitudes de los más diversos, y contrapuestos sectores sociales. Y ningún inconveniente tenemos, por eso, en saludar en Acción Venezolana un esfuerzo serio e interesante para dotar a Venezuela de una revista económica y financiera verdaderamente representativa de nuestro nivel cultural -aún bajo, pero ya apreciable- en esas fundamentales disciplinas científicas. Por lo mismo de reconocerle valor y alcance a esa empresa es que hubiéramos deseado veda nacer más libre del reato gubernamental, más libre de los cordones umbilica1es que la atan a despachos ministeriales.
Si en algún campo de su actividad necesita el Ejecutivo Federal de la crítica sagaz, prudente y firme, es en el campo económico-financiero. En los medios oficiales predominan el empirismo y el temor de herir fuertes intereses. Y la conjugación de esos dos factores negativos tiene gran parte de culpa de esa política vacilante, de tanteo, sin rumbos ni directrices seguras, que ha caracterizado la gestión económica y fiscal de la actual Administración venezolana.
Demostrar con la fría y contundente argumentación de los números que esa política es suicida: señalar valerosamente los caminos a seguir para vencer nuestra improductividad, nuestro atraso y esa suicida negligencia frente a acuciantes problemas, por el solo hecho de que el petróleo da lo suficiente para pagar la clientela burocrática, vasta y ávida: criticar, en síntesis, con franqueza y de frente, todos los traspiés del actual Estado venezolano en el campo de la Economía y de la Hacienda Pública, son tareas para tentar a quien edite un órgano financiero y económico.
¿Será capaz el equipo de Acción Venezolana para abordar tales tareas? Los próximos números de la Revista confirmarán o rectificarán nuestro profundo pesimismo al respecto.