Autor: Rómulo Betancourt
Título: Auge internacional de los Seguros Sociales
Fecha de publicación: 08-11-1938
Publicación: Diario Ahora


En reciente discurso el Ministro del Trabajo -doctor Héctor Cuenca, habló de la intención gubernamental de hacer efectiva la disposición de la Ley del Trabajo sobre Seguro Social.
Desde los comienzos mismos de la actual Administración vienen hablando las autoridades del trabajo de ese propósito. Sin que haya llegado a cuajar en realidad. El tiempo dirá si el actual titular de la Cartera, concreta en hecho cumplido, la reiterada promesa. Y es oportuno advertir que, dado los antecedentes personales y políticos del Ministro Cuenca, nuestra impresión es más bien optimista.
De llevarse a la práctica en Venezuela un sistema de Seguros Sociales no haría nuestro país sino ponerse a ritmo y tono con una corriente internacional ya incontenible. Y para demostrado, nos proponemos hoy hacer un rápido balance de los avances magníficos que ha hecho, mundialmente, la Legislación sobre Seguro Social. En este recorrido nos va a servir de guía responsable -por su seriedad y vasta información- el servicio de Estudios Económicos de la sdn, en su obra Revue de la situation économique mondiale. 1937-1938.
El seguro contra el paro forzoso funciona ya, entre otros países, en Estados Unidos, la Unión Sud-Africana, Australia, Bélgica y el Canadá.
También se nota un gran progreso en lo concerniente a otras formas de seguros sociales. Han sido inscritos en Estados Unidos, durante 1937, alrededor de 36 millones de trabajadores, para que se beneficien con el seguro de ancianidad, el cual garantiza un ingreso estable y decente a quienes, por su edad, no estén ya en capacidad física de trabajar. En el Japón, con el propósito de crear en la retaguardia de la nación cierta sensación de confianza que contrarreste el creciente sentimiento de odio a la crítica guerrera del Mikado, se han creado recientemente algunos seguros sociales: de enfermedad, en favor de las personas de bajos ingresos; un sistema de seguros de invalidez y ancianidad ha sido ofrecido por el Gobierno en favor de todos los asalariados de la industria: y, por último, ha sido creado, en enero de este año, un nuevo Ministerio: el de Previsión Social.
En Noruega se ha establecido un sistema de seguros de vejez que tiene la característica de no exigir contribución alguna al asegurado. En Dinamarca ha sido fijada en sesenta años la edad en que se comenzará a pagar al beneficiado el seguro de ancianidad. En Australia y en Nueva Zelandia se han puesto en vigencias modernísimos y vastos sistemas de seguros contra enfermedad, invalidez y vejez. En Yugoeslavia todos los asalariados del comercio y de la industria se benefician con el seguro obligatorio que abarca también los riesgos de enfermedad, invalidez y ancianidad.
En América Latina también han avanzado extraordinariamente los sistemas de seguros sociales. Y con la circunstancia de que aun países que viven bajo regímenes políticos antidemocráticos -como el caso de Brasil y de Perú- se han puesto en vigencia sistemas muy avanzados. Chile es uno de los países de América con un régimen de Seguros y de Asistencia Sociales más avanzado. Particularmente interesante, por amplia y bien planificada, es la lucha realizada desde los reductos del Estado contra la tuberculosis y otras enfermedades sociales. Las cajas de seguro social deben proveer al examen médico periódico de sus miembros y pagar sus salarios completos a los trabajadores tuberculizados a quienes se imponga un régimen de descanso por prescripción médica. (Compárese este régimen con el vigente en Venezuela, en el que el médico ordena al que sufre una primo-infección tuberculosa un régimen de descanso, el cual no puede seguir el empleado o el obrero porque no encuentran medios de subsistencia en los meses de reposo que se impongan).
En síntesis: existe un movimiento mundial firmísimo hacia el establecimiento de sistemas múltiples de Seguros Sociales. Venezuela debe incorporarse a él. Mientras más pronto mejor.