Autor: Rómulo Betancourt
Título: Dictamen y resoluciones oficiales en materia textil
Fecha de publicación: 17-11-1938
Publicación: Diario Ahora


Por informaciones del Ministerio de Hacienda, que publican todos los diarios en su edición de ayer, nos enteramos de las conclusiones a que llegó la Comisión Interministerial encargada de rendir dictamen sobre la crisis de la industria textil. Al mismo tiempo, han sido publicados el texto del acuerdo suscrito entre la mayoría de los dueños o gerentes de empresas de hilanderías y tejidos, así como las resoluciones de carácter arancelario tomadas por el Ministerio de Hacienda de acuerdo con las sugerencias de la Comisión.
Nos proponemos hoy glosar las conclusiones a que llegó la Comisión Interministerial, integrada por el Director de Política Comercial del Ministerio de Hacienda, el señor Permuy, en representación de la Dirección de Economía y Finanzas del Ministerio de Hacienda; y el Director de Industria y Fomento del Ministerio de Fomento. Esta Comisión, luego de analizar en sus varios aspectos los problemas que afectan a la industria textil, consignó sus conclusiones en un extenso documento y en 17 cuadros anexos, contentivo de los datos en que se ha basado la investigación.
Del resumen de este documento que ha sido publicado por la Oficina de Prensa se deduce que en él se precisan dos aspectos: 1) la exposición de las causas, de carácter general y específico, que determinan la crisis de, la producción de hilados y tejidos nacionales; y 2) la sugerencia de una serie de medidas a adoptar por el Gobierno Nacional y por las industrias para solventar la decadencia de los negocios textiles.
En nuestra opinión, y salvo algunas que señalaremos oportunamente, esta Comisión ha trabajado con honestidad. No se limitó, tal como lo deseaban los industriales y aun sectores obreros de cierto inexplicable "entreguismo", a considerar que el problema textil no tenía sino dos soluciones: préstamo indiscriminado de grandes sumas de dinero a las empresas, por parte del Estado; y cierre drástico de las aduanas del país a la penetración de la manufactura extranjera.
Por lo contrario. Enfocó el problema en sus varios aspectos y modalidades. Sólo escapó a su análisis -o por los menos nada sobre el particular dicen "conclusiones" publicadas en resumen por el Ministerio de Hacienda- la situación del trabajador textil. La ausencia, en la comisión, de un delegado de los intereses obreros, capaz de defender a conciencia sus intereses específicos, explica, que no justifica, esa omisión. Y es de advertir que hacemos esta crítica a la Comisión basándonos exclusivamente en el resumen del informe de todos conocido, ya que el texto completo de él no ha sido publicado. Presumimos, en consecuencia, que no se debe a sugerencia suya el numeral 5.° del Acuerdo suscrito por los empresarios, relativo a mejoras en condiciones de vida del trabajador textil y el cual comentaremos en extenso más adelante.
Frente a la tesis simplista de quienes consideraban que la cuestión textil se solucionaba con sólo créditos para el empresario y proteccionismo aduanero para el productor nacional, nosotros sostuvimos que el problema era más arduo y completo. Nuestras sugerencias están contenidas en un artículo publicado en esta misma Sección, el 24 de agosto, y pueden resumirse así:
a) apoyo al agricultor, para abaratar y mejorar la producción algodonera;
b) apoyo directo a la industria, siempre que efectivamente la necesitare, y vigilancia para lograr que cualquier crédito concedido repercutiera en la industria en forma de mejoramiento de su anticuado instrumental técnico, impulso de la producción y elevación del nivel de vida del trabajador textil;
c) revisión prudente del arancel de aduanas, con vista a un proteccionismo moderado y tomando en cuenta la capacidad real de la industria nacional para llenar las necesidades del mercado interno;
d) control por el Estado de los precios de venta de los artículos textiles manufacturados en el país para impedir que la industria criolla aprovechara su situación calificada, debido a las barreras aduaneras alzadas frente al producto extranjero, para establecer en perjuicio del consumidor prohibitivos "precios de monopolio".
La Comisión Interministerial llegó a conclusiones muy semejantes a las nuestras. En algunos puntos, fue más lejos que nosotros, como en el caso de la crítica que hace a la contabilidad de sus empresas. Nosotros, sin disponer de un conocimiento directo de esa contabilidad, llegamos a presumir que estuvieran algunas compañías en necesidad imperiosa de la ayuda crediticia estatal. La Comisión no sólo niega esa necesidad, sino que también acusa tácitamente a las empresas de inflar sus capitales y plantea la necesidad de que éstas lo reduzcan a su "monto real". Y es tan justa esa posición, que frente a ella las empresas no han aducido absolutamente nada en contra. Por lo contrario. Aceptan no sólo renunciar a su primitiva aspiración de que se les refaccionaría económicamente, sino que también, en el Acuerdo suscrito ante el Ministerio de Hacienda, se comprometen a convocar asambleas de accionistas, para fijar el montante de los capitales en sus justos límites.
Las otras medidas sugeridas por la Comisión Interministerial son: a) reorganización administrativa; b) reducción y estabilización del coste de la materia prima (algodón), mediante adecuadas resoluciones del mac; c) protección del mercado interno, fijándose cuotas, o cupos, a las mercaderías textiles de producción extranjera; y protección del consumidor, estipulando que las empresas venezolanas no podrán aumentar los precios actuales de las mercaderías que venden en el mercado interno, siempre que el precio de la materia prima (el algodón), no sea mayor de Bs. 70; d) recomienda igualmente la comisión que se uniformice la contabilidad de las empresas, de acuerdo con un modelo standard que sugiere; a fin de facilitar la fiscalización por el Estado de los costes de producción; la eliminación del trueque de algodón por mercadería, como forma relación comercial entre agricultores e industriales; y, posteriormente, la constitución de un Cartel de Industriales, o la unificación de las empresas más afectadas por la crisis.
Estas son, en líneas generales, las sugerencias hechas por la Comisión oficial. En líneas generales nos parecen atinadas las sugerencias en cuestión.
Diremos por qué, y haremos un análisis del acuerdo suscrito por los industriales con base en esas conclusiones, en nuestro artículo de mañana.