Autor: Rómulo Betancourt
Título: En torno a un comunicado del banco agrícola y pecuario.
Fecha de publicación: 26-07-1937
Publicación: Diario Ahora


Todos los diarios de Caracas han publicado un interesante comunicado del Banco Agrícola y Pecuario, institución del Estado que administra los bienes restituidos a la Nación después de haber sido confiscados a los herederos de Juan Vicente Gómez.
El comunicado a que aludimos da cuenta del ensayo de producción dirigida que se está haciendo en la propiedad denominada "El Trampilla", vasto latifundio que abarca y comprende 6 fundas. Algunos de estos fundos están dedicados a potreros, otros a cultivos de frutos exportables (café, bananos, caña) y unos, en fin, a la producción de frutos menores. Esta diversidad de producción ha hecho posible el intento del Banco Agrícola de convertir a "El Trampilla" en una unidad económica, que se basta a sí misma; suerte de célula autárquica en nuestro organismo rural.
El ensayo que se está haciendo en "El Trompillo" responde a un propósito que alientan en todos los países quienes están convencidos de la quiebra de la economía liberal y de la necesidad de que el Estado dirija los procesos de producción. Ese propósito es el de establecer granjas agrícolas modelos, bajo el contralor gubernamental que cumplan dos funciones: 1) Revelar, con el argumento irrebatible del éxito, que la economía dirigida y realizada conforme a planes previos es superior en rendimiento a la anarquizada economía individualista; y 2) Educar prácticamente al agricultor en los sistemas técnicos de cultivo, recolección y acondicionamiento de los frutos de la tierra.
Informa el Banco que más de 2.000 trabajadores están asentados en "El Trompillo", trabajando en actividades agrícolas, ganaderas e industriales. Doscientas hectáreas han sido parceladas y entregadas a agricultores, quienes las han sembrado de bananos. Para fecha próxima quedarán listas para ser distribuidas otras 600 hectáreas más, que son las que gozan de facilidades de regadío. Los colonos reciben de la administración de la hacienda semillas seleccionadas para la siembra, e indicaciones con respecto a los cultivos que deben hacer. Arrancándolos de la rutina en que vive el conuquero nuestro, a los colonos se les ha incitado a sembrar maní, arroz, ajonjolí y otros granos de asegurado consumo interno y que sin embargo se importan del exterior.
Aceptando tácitamente la idea de la economía moderna de que no puede mejorarse la producción sin elevarle previamente el standard de vida del productor ,los administradores de "El Trompillo" ha iniciado la construcción de casas para colonos y a todas las casas de los trabajadores las ha dotado de luz eléctrica. Reconoce en su comunicado el Banco Agrícola lo que niegan cuantos tienen interés en presentar como idílica la vida del hombre rural venezolano: "La miseria del rancho típico del campesino en Venezuela". Y reconocida esa realidad, afirma la institución citada que aspira a dotar a cada uno de los trabajadores de "El Trompillo" de una casa de tejas y ladrillo, con piso de cemento, para que viva higiénicamente con los suyos.
También ha comenzado la administración del fundo-modelo, que otrora fue peculio privado de aquel insaciable acaparador de tierras, la construcción de silos, o almacenes de depósito. En ellos podrá depositar el productor su cosecha, a fin de no venderla toda en el momento de recogerla, cuando el exceso de oferta envilece los precios, sino paulatinamente y logrando precios remuneradores.
Informa igualmente el Banco que existe en el "Trompillo" una escuela pública, costeada por el Gobierno de Carabobo; y otra que sostiene la administración de la Hacienda. Y un dispensario, atendido por el Dr. Huizi Cordera.
Es muy frecuente oir de labios del gran terrateniente, -o del que no siéndolo, tiene una mentalidad tan retrógrada y tan hostil al progreso social como la suya-, que es esfuerzo baldío el que se haga por mejorar la situación del campesino venezolano. En opinión de esos señores, nuestro trabajador rural es una especie de ser infrahumano, incapaz para asimilar un sentido nuevo de la vida y para adaptarse a lo que implique civilización.
Esta tesis sofística la destruye el comunicado del Banco Agrícola cuando afirma: "Hasta hoy no se ha presentado ningún incidente de inconformidad o desagrado por parte del campesino. Por el contrario, se observa un cambio radical en su psicología y un visible deseo de cooperar".
Nosotros naturalmente, no creemos que sea idílica la vida de los colonos y peones de "El Trampillo", ni que hayan sido abolidas allí radicalmente todas las prácticas y sistemas que deprimen la moral de productos y disminuyen su rendimiento. Pero a pesar de todo eso, no dudamos ni un momento en que el inmediato porvenir demostrará la eficacia de los métodos modernos, evolucionados, de espaldas a la rutina y con vistas a lo técnico que allí se están aplicando. Y nuestra fe no es apriorística ni sentimental. Se nutre de la experiencia de otros pueblos. La intervención del Estado como guía y orientador de las actividades productivas -tanto agrícolas como industriales- ha revelado internacionalmente su eficacia. De allí que en todas las naciones sean cada vez más reducidos los núcleos sociales obstinados en la posible defensa de los postulados de Cobleden, el apóstol del laisser faire.