Entrevistadores:
Entrevistado:
Programa: Lo de hoy
Canal: Radio Caracas Televisión
Fecha: 07-06-1976
Comentario editorial
SI: Sin duda, por más que uno se proponga no recordar cosas desagradables, no solamente para uno sino lo que uno cree realmente para un país que es algo degradante, uno se ve obligado a ello. Yo, por ejemplo, no quería referirme más a la quema del libro y sobre todo porque se trataba de la quema del libro de mi compañero de trabajo, del libro de mi marido. ¡Hay que ver lo que significa la quema de un libro en un país democrático! Es verdaderamente deprimente. Pero, sin embargo, como lo dije en nota de El Universal de ayer, que es fácil una intransigencia a todo y que se es popular siendo demagogo con todo, encontrando todo mal, y que es difícil tener y tratar de sostener una posición objetiva. Pero creo que Venezuela es un país afortunado. Cuando a nosotros se nos atacó en la UCV estábamos trabajando en el Canal 8 y el programa era a las 11 de la noche. Llegamos. En realidad esa manifestación desagradable tuvo lugar como a las 8 de la noche y llegamos al canal a las 10 y nos preguntaron qué íbamos a decir sobre la universidad. Lo mismo que yo pienso, respondí, que es una institución donde hay una cantidad de gente con deseos de aprender y con deseos de estudiar. ¿Y no les ha pasado una cosa horrible? Sí, pero eso no importa porque yo estoy segura que no son ni los universitarios ni grupos políticos, sino que tiene que ser un grupo mercenario. En la prensa de hoy está que grupos estudiantiles tienen que luchar ellos mismos como si estuvieran en una jungla. Y cuando se me habló de la quema del libro de Carlos, yo dije: "Bueno, será un grupo". Pero resulta es algo mucho más agradable para ustedes y nosotros. Fue uno, y fue un profesor. Es un profesor universitario cuyo nombre empieza por... Mañana les digo el nombre completo. Me da vergüenza aún el decirlo ya. Fue un profesor que maneja a un grupo minoritario, a un grupo que él utiliza como monos y como objetos de él y les dijo: "Miren este libro que habla mal de ustedes y no se qué...". Entonces una persona dijo: "Es verdad, es horrible, ¿qué podríamos hacer?". Y el profesor les dijo: "¿Qué les parece quemarlo?". Por cierto que su nombre empieza como empiezan los excrementos. E hizo un gesto y lo quemó. Me contento mucho porque ni siquiera fue un grupo. Hoy es para nosotros viernes en la noche muy tarde y para ustedes lunes en la mañana. Carlos viene de inaugurar una nueva librería que se llama (ruidos en el audio impidieron oír con claridad). Fue algo extraordinario y es de una familia extraordinaria que ama a Venezuela de tal manera que...
CR: De venezolanos.
SI: Sí, de venezolanos...
CR: Son, como dice el Presidente de la República, venezolanos nacidos en el exterior.
SI: Sí, pero ya inclusive con nietos nacidos en Venezuela.
(Continuaron los problemas de audio).
SI: Esta librería se ha inaugurado justamente con la tercera edición "Del buen salvaje al buen revolucionario". En este caso la portada es azul y tiene una banda que dice: "10.000 ejemplares en un mes". No puede el profesor M., creer que con quemar un libro iba a quemarlo en las manos de 10.000 venezolanos que ya tienen el libro, de 10.000 venezolanos demócratas, de 10.000 venezolanos, que algunos están de acuerdo y otros no con el libro, pero que respetan las ideas y que lo leen porque quieren discutirlo en lugar de hacer actos irrespetuosos. Es muy impresionante que un libro tenga esa difusión, un libro que es un ensayo, que no es una ficción, que no es un libro a la Hitchcock y quizás la nota que yo escribí en El Universal y me decían:" ¿Por qué tu no tratas a Carlos Andrés como tratas a Fraga?". Y yo les decía allí: "Porque Carlos Andrés es el presidente demócrata con las mejores intenciones de democracia, como lo era el presidente Caldera, como lo fue el extraordinario presidente Betancourt, como lo era Leoni y como lo será el próximo presidente que mereceremos los venezolanos, porque estoy segura que votaremos de una manera consciente, tan consciente como lo hicimos el 9 de diciembre, y no lo digo por el partido sino por la manera como votamos". Porque hay gente que... por desgracia hay uno o dos, o diez o veinte actos que no son sociales sino asociales y dicen entonces: "Caramba, estamos viviendo actos tremendos". No. Vive momentos terribles Argentina, y vive momentos terribles Paraguay, pero Venezuela vive momentos extraordinarios de los cuales cada uno de nosotros tenemos que damos cuenta y ser protagonistas de una Venezuela que está en progreso, y que cada una de las cosas que no nos gusta es maravilloso el poder decir que no nos gusta, pero estamos en un momento maravilloso de la democracia. Indudablemente que sí lo estamos. Entre las cosas que también quizás me había prometido es no referirme a cosas que considero de mal gusto en periodismo. Por ejemplo, la columna de Sanín... Pero ¡como es tan mentirosa en todo! No sé si leíste en su columna del viernes donde dice que tú te refieres a que Latinoamérica está en la carraplana o una cosa así... Como todas esas cosas de Sanín... una mentira más.
CR: Le agradezco a Sanín la mención, porque todo eso sirve. Él miente una vez más pero habrá gente que buscará el libro para verificar. Yo, al comienzo del libro, cito a Carlos Fuentes, al gran escritor mexicano actualmente Embajador en París, quien en un párrafo muy desesperado habla de América Latina y de sus problemas y dice que nos arriesgamos, si no logramos realmente hacer funcionar estas sociedades, a convertirnos en un Continente de mendigos, a que nuestra economía sea una ficción y a convertimos, dice Fuentes, en la India del Hemisferio Occidental, viviendo de la caridad de norteamericanos, europeos y rusos. Y Alfredo Tarre Murzi, con su habitual mala fe, toma esta cita, que no es ni siquiera mía sino de Carlos Fuentes, y dice que como andará Venezuela cuando hasta Carlos Rangel dice que estamos en vías de convertimos en un país de mendigos. Esto es una mentira, una mentira tonta, una mentira que uno calificaría de pueril si no fuera porque ya Alfredo Tarre Murzi está muy viejo para la gracia. Es un hombre amargado, fracasado, a quien no le queda sino calumniar. Y ésta es una calumnia más de las que constantemente lanza contra mucha gente. Yo en eso no tengo ningún privilegio. Quería decir que el asesinato de Torres, en Argentina, es una cosa horrenda, casi indescriptible y que ha sucedido en los países cuando se comienza por quemar libros. En la entrevista que me hicieron en Resumen del lunes pasado, me preguntaban qué acogida creía yo que el libro iba a tener en otros países, y yo dije que en Venezuela había tenido una acogida infinitamente mejor de lo que yo pensaba y que eso me tenía muy animado porque es la demostración de que Venezuela es un país que ha alcanzado una madurez admirable y que es capaz de hacerse de sí mismo una reflexión crítica o de admitir una reflexión crítica sobre sí mismo y sobre la cultura a la cual pertenecemos y que tenía indicios y noticias de que en algunos otros países de habla hispana el libro no iba a poder circular y que el libro podría convertirse, si esto sucede, en una piedra de toque sobre cuáles sociedades hispánicas están listas y dispuestas y son capaces de hacer sobre sí mismas una reflexión crítica y cuáles no. Después de que esta entrevista salió impresa, me he enterado de una cosa espantosa y es qué en Argentina existe un editor dispuesto a publicar el libro y ese editor no ha conseguido quien lo imprima porque los impresores temen ser asesinados.