Entrevistadores: Sofía Ímber
Entrevistado: Roberto Pocaterra Silva, Presidente del Banco Industrial de Venezuela
Programa: Buenos días
Canal: Venevisión
Fecha: 14-06-1989
SI: Muy buenos días, hoy vamos a conversar con el doctor Roberto Pocaterra Silva, quien es Presidente del Banco Industrial de Venezuela. Antes que nada quiero pedirle excusas a Bobby porque sin ninguna razón se le descargó, porque no fue que él no se presentó sino que le dijeron que no se presentara y hoy se presentó, así que el tiempo que le voy a dar es menos para lo mucho que tiene que hablar sobre el Banco Industrial. El Banco Industrial..., a lo mejor algún consejero serio le hubiera dicho, mire Bobby no venga porque el Banco Industrial tiene muy mala fama, entonces usted me contestará: Tenía una mala imagen; entonces, ¿qué ha pasado con el Banco Industrial para que pasara de esa mala imagen de maula, de dar créditos sin que jamás se recuperara, a un banco que está cogiendo un auge, que está cogiendo un respeto en la opinión pública?
RP: Yo pienso, Sofía, que el auge que ha tenido el banco es que por primera vez se ha presentado tal cual como es el banco.
SI: Como dice Carlos Andrés, juguemos a "jugando a la verdad".
RP: "Jugando a la verdad" es un banco que tiene dos facetas sumamente importante que son muy distintas la una de la otra. Una es la parte del banco que afecta de manera muy importante su balance, cuál es la deuda externa que tiene el banco, que es una deuda de la Nación...
SI: Dicen que eso fue cariñito del Gobierno para el banco.
RP: Sí, fue en el banco cuando se reestructuró la deuda en el año 1983, se puso en cabeza del banco prácticamente 3.000 millones de dólares que eran las deudas de Corpomercadeo, que eran las deudas de institutos autónomos y que por razones de conveniencia para el país en el momento en que se estaba renegociando y reestructurando la deuda, convenía ponerla en manos o de un instituto crediticio y en ese momento fue el Banco Industrial de Venezuela. En aquel momento esa deuda de 3.000 millones equivalía a 12 mil, 14 mil millones de bolívares, una deuda absolutamente manejable dentro del esquema de lo que es la responsabilidad financiera específica del banco. Esa deuda luego se llevó a 15 bolívares, con lo cual estábamos hablando de 40 mil, cincuenta mil millones de bolívares...
SI: ¿Puede el país serio, no el país que tenga tarjeta blanca o carticas de recomendación, acudir al Banco Industrial, proponerle algo que a la vez que el banco se lo conceda pero también que el banco le reclame?, es decir, que funcione como debe funcionar un organismo de esta naturaleza.
RP: Eso es lo que estamos tratando de hacer y creo que es perfectamente posible, por eso es importante separar estas dos características del banco. Se tuvo siempre miedo de plantear el banco de todos los días, el banco del ciudadano, el banco del industrial, y siempre se vio arropado por los problemas que tienen los gobiernos y que, indudablemente, como instrumento financiero y por la magnitud del instituto, es la que se ocupa de la intermediación financiera de los grandes proyectos del Estado, y entonces se le dio poca importancia a divulgar la imagen del banco en el campo industrial, en el campo de la pequeña y mediana industria, en el campo de la construcción, en el campo de los servicios.
SI: Estamos a la orden para divulgarlos.
RP: Bueno, gracias, y nos pareció que en este momento cuando el país requiere de un nuevo estilo, un momento en que el país parece hundirse en el pesimismo donde todo es malo, hay un gran escenario para que todo lo que no va a pasar...SI: Pero a la vez yo creo que es un gran escenario para un mediano optimismo, que es el correcto.
RP: Un razonable optimismo, es decir, estamos en estos problemas pero estos problemas tienen soluciones y nosotros somos la solución, nosotros los venezolanos somos la solución y el banco juega un papel muy importante en esto.
SI: Ustedes en materia de cantidad de persona que acuden a ustedes hoy en relación con los que acudían antes, ¿usted diría que hay todavía peticiones y gente que está entusiasmada? En la prensa de hoy, que la tengo que ver muy de pasada, decía qué por qué razón vamos a creer que los extranjeros quieran invertir aquí, abrir industrias aquí, cuando los venezolanos no queremos, por eso le pregunto. Usted si lo compara hay gente que va todavía al banco de ustedes porque antes iban con el ánimo de decir: Vamos a pedir prestado porque yo voy a poner un negocio de flores; pues ni ponía el negocio de flores ni tenía el dinero, y no le pagaba a ustedes, ¿no?
RP: Sí, no. En este momento nosotros tenemos una cartera de créditos concedida a la industria de la construcción. Voy a hablar de la parte privada, de la parte de desarrollo del banco en la construcción y en el sector industrial, que no sólo siguen siendo los clientes del banco sino que en este momento sienten en el banco su apoyo fundamental para poder hacerle frente a la crisis. Nosotros tenemos problemas fundamentales que no son problemas nuestros, son los problemas de ellos, especialmente el financiamiento de las cartas de crédito en lo que se refiere al diferencial cambiario; ahí hemos tenido que diseñar una política de bolivarización* de esta diferencia, que resulta absolutamente agobiante para el pequeño industrial y que hay que buscarle una salida porque son empresas bien constituidas que están enfrentando un momento de coyuntura que podrían desaparecerlas, y nosotros necesitamos apoyar esa gesta de desarrollo por razones de empleo. Lo mismo nos pasa en el sector de la construcción, nosotros estamos financiando, por ejemplo, el 75% de la inversión turística de Margarita. Si nosotros en este momento no reforzamos y le damos el apoyo a todos estos constructores para que las obras lleguen a su conclusión, pues, estaríamos no sólo creándonos un gran problema de qué hacer porque no tendrían ellos como pagarnos, tendrían que devolvernos las obras, pero mantenemos el nivel de empleo, el nivel de demanda en la industria de la construcción, en fin, hay una serie de variables que nos permiten y nos entusiasman seguir haciendo.
SI: Ahora, hay algo, Bobby, que yo sé que a usted le interesa especialmente, que fue la Asamblea Anual de L-Bank, que está compuesta por lo bancos europeos y latinoamericanos y que fue fundado en agosto de 1974, y yo se lo explico porque yo lo confieso, su función es el desarrollo de la banca comercial e industrial y usted fue designado Director Ejecutivo, cosa que es un honor para Venezuela; primero, ¿porque tuvimos ese empeño en Venezuela en un momento en que Venezuela no es un país triple A pagando y, segundo, qué puede y cómo puede ayudarnos a nuestra economía ese nombramiento suyo?
RP: Fíjate, L-Bank es un caso muy interesante de cooperación entre banca privada europea y banca privada latinoamericana. L-Bank la integran 22 bancos comerciales, es un banco comercial normal con sede en Londres, con un capital inicial de 200 millones de pounds, de libras esterlinas, y que lo constituyen 11 de los más importantes bancos de Europa, uno por país, está la Unión de Bancos Suizos, está la Banca de Laboro por Italia, está NAB por Holanda, en fin, son los 11 bancos más importantes.
SI: De manera que es un nombramiento muy importante para Venezuela.
RP: Y especialmente en este momento, en obra de la casualidad, porque fíjate que Venezuela nunca había hecho la asamblea del banco en Venezuela, esta vez fue en Amsterdam, ni nunca había podido ocupar la posición, siempre por razones coyunturales. Cuando le tocó a Carlos Obregón presidir el Comité Consultivo del banco en ese momento fue sustituido y, en consecuencia, Venezuela perdió esa oportunidad que se le presenta ahora porque le toca la sustitución natural, es rotatorio de los miembros del Comité Directivo y también la presidencia del banco, y de los 11 bancos latinoamericanos. De manera que en el 74, cuando nosotros ingresamos a L-Bank, éramos un país rico, éramos un país que ingresaba con el interés de apoyar el desarrollo de América Latina porque esa es la función primordial del banco, había excedentes de recursos en Europa y querían invertirlo en América Latina, y eso hicieron.
SI: Hoy día es que no quieren ni siquiera que los turistas vengan para acá, porque usted ve en las páginas del New York Times y dice en los cruceros: "Si es posible evite Venezuela".
RP: Sí, entonces este banco, las juntas consultivas del banco la integran los presidentes de estos bancos, entonces, se establece una relación bastante importante entre la realidad de América Latina y la realidad europea, pero vistas en un prisma de negocio realmente productivo siendo un banco de desarrollo.
SI: El hecho de que tú seas directivo significa poder halar un poco los recursos.
RP: Es el acceso al Comité que decide hacia dónde van los recursos.
SI: ¿Hasta ahora hemos visto algo de eso?
RP: Sí, como no. El Banco Industrial tiene líneas de crédito con L-Bank por el orden de los sesenta millones de dólares, y el banco tiene deuda interna venezolana por el orden de los 200 millones.
SI: Dígame una cosa, usted habla mucho de la descentralización del banco. ¿Qué significa eso?
RP: Mira, Sofía, significa que el banco tenía un crecimiento macrocefálico, consecuencia de tantas cosas de la historia de este país, vendíamos el Sofía cada vez..., es decir, cuando fracasaba un crédito en el Zulia, en Carabobo o en Bolívar, lo que se hacía era quitarle la facultad de otorgar créditos a los gerentes, a las autoridades del banco en las distintas regiones y centralizar la responsabilidad del crédito en Caracas. Nosotros hemos pensado que hay venezolanos dignos, honestos y capaces en cada una de las regiones del país y que perfectamente podemos restituirle a la región la capacidad de otorgar créditos, de supervisarlos porque conocen mucho mejor que desde Caracas cuáles son las realidades de cada sitio.
SI: Eso es más o menos lo que decíamos todos, desde tener un concejo municipal elegido por nosotros y tener un Congreso elegido por nosotros, y vamos a ver si eso funciona.
RP: Yo creo que va a funcionar porque no es el problema de vender el Sofía sino de poner la gente adecuada.
SI: Y a propósito el Banco Industrial ha tenido la inteligencia de formar una de las mejores colecciones de dibujo de Michelena, y estábamos hablando Pocaterra y yo de exhibir eso en el Museo Contemporáneo.
RP: En materia de pintura tenemos una colección interesante donde destacan dos cosas muy originales.
SI: Pero no la ven sino ustedes allá.
RP: No, me acaban de devolver parte de la colección que estaba no en el Museo tuyo sino en la Galería. Hay dos cosas que te van a fascinar, la única pandereta pintada por Michelena está ahí, y la única cerámica de Michelena también la tiene el banco.
SI: La verán ustedes en el Contemporáneo muy pronto. Muchas gracias y que tengas un feliz viaje.