Entrevistadores: Sofía Ímber
Entrevistado: América Alonso, actriz
Programa: Sólo con Sofía
Canal: Radio Caracas Televisión
Fecha: 25-11-1976

SI: Venezuela quiere a América Alonso y América Alonso quiere a Venezuela. El otro día me pasó una cosa muy graciosa, estaba yo en un sitio público y se me acerca una señora y yo pensé que era por mí y yo estaba emocionadísima y me dijo: Yo la veo en sus programas, y luego añadió: ¿Usted me puede dar el número de América Alonso? Porque ustedes en Venezuela no tienen crítica, añadió la señora, usted que dirige páginas literarias y que tiene un programa de TV, ¿usted no se ha dado cuenta de lo que ha hecho América en este país? Entonces le dije: Eso no es cierto porque nosotros sí hemos hecho grandes reportajes con América y creo que ha habido una crítica una crítica excelente y hemos estado en TV y además da la casualidad de que somos muy buenas amigas. Entonces insistió: ¿Entonces me va a dar el número de América? Porque yo soy francesa, amo el teatro y vivo por el teatro y yo vi el Municipal y vi a una mujer solita en el escenario hacer un espectáculo maravilloso. Entonces, le di el número de teléfono. ¿Te llamó, América?
AA: Sí, una señora muy gentil.
SI: Eso es un poco la voz de Venezuela cuando América actúa. Ustedes saben que ella ha estado ausente casi dos años. Pero estaba representando a Venezuela en muchos países. Cuando ella y su esposo Daniel Farías regresaron, nosotros hicimos un programa donde apenas esbozamos las cosas que habían hecho en los países donde se había hablado de Venezuela porque ellos hacían que fuera así. Regresaron y de inmediato les entró el sarampión, la fiebre y empezó a renacer un espectáculo y una gran compañía teatral, una compañía teatral inmensa, compuesta de dos personas. Han recorrido Venezuela y vamos a hablar de ese recorrido. ¿Quieres América?
AA: Sí, cómo no.
SI: Para que no digan que yo no hablo de las cosas que valen y no me hagan quedar mal a mi.
AA: No tiene culpa de nada y te agradezco muchísimo todo lo que has hecho por mí. Con este último espectáculo "Adiós, pues, Caracas", yo tengo una gran satisfacción y me siento muy agradecida de esta gira por el interior que tú sabes que no es nada fácil hacer teatro en el interior.
SI: Es muy difícil.
AA: No hay salas adecuadas y son muy pocas las ciudades que cuentan verdaderamente con las posibilidades para presentar un espectáculo, que son Maracaibo, Maracay y para de contar. Hay un teatro delicioso, una monada de teatro en Barcelona, el Cajigal y es la primera vez que trabajé allí. Es una miniatura del Teatro Nacional y con una capacidad para 300 personas. Hicimos una función bellísima pero ¡imagínate! sin aire acondicionado.
SI: Yo te llamé por teléfono para saludarte y le pregunté cómo le había ido porque yo había oído decir que estuvo muy buena la función. Y entonces me decía ella: Mira, la gente es una maravilla, me habló del Ateneo y ya vamos a hablar de eso, y de las mujeres aquellas del Ateneo que son fantásticas y de todas ésas cosas, pero me decía: ¡Pero, sin aire acondicionado!
AA: Imagínate también, trabajar en Ciudad Bolívar sin aire acondicionado es terrible.
SI: ¿Tú cambiaste mucho de vestuario? ¿Cuánto dura el espectáculo?
AA: Una hora y 25 minutos.
SI: ¿Es la primera vez que te sometes a esa disciplina de hacer eso así?
AA: Sí, de una vez, sí. Es la primera vez que lo hago.
SI: ¿Cómo queda un actor al hacer eso?
AA: Yo me siento tan bien, Sofía y tengo de terror de pensar cuando vuelva a trabajar con... (Risas de ambas y las palabras se perdieron). Yo tenía mucho miedo. A medida que se iba acercando el día del estreno, yo estaba asustada y pensaba: Caramba, ¿la gente no se aburrirá de estar viéndome a mí hora y media seguida? Y al actuar me siendo muy bien, estupendamente. ¡Claro! hay que descansar antes del espectáculo y no se puede hacer una vida normal haciendo un espectáculo una sola persona. Yo tengo que reposar por la tarde. Pero me sienta tan bien que creo que no hay más allá, establezco realmente un diálogo con el público y mi "partenaire" verdadero es el público.
SI: ¿Como fue pensado esto espectáculo, en qué forma fue estudiado?
AA: Hace dos años se me ocurrió la idea ésta. Entonces la hemos hablado con Banieri, con José Gabriel Nuñez y entonces le pedí que me buscara textos. Eso fue en la época en que yo tenía en Televisora Nacional el estudio. Pero por el exceso de trabajo yo no me había podido dedicar verdaderamente a este espectáculo porque se necesita mucho tiempo. A mí me ha tomado nada mas que de memorización y de ensayos, cuatro meses.
SI: ¿Cómo ensaya un buen actor? Hoy se trabaja mucho con esos aparatitos, con el apuntador electrónico.
AA: Con eso no hay teatro en absoluto. Yo necesito aprenderme aquello de raíz. No saberme solamente la letra sino saber la intención, saber como lo voy a decir, jugar con el público. Eso no se puede hacer con el apuntador, es absolutamente imposible. Algunas partes me ha costado lo normal aprenderlas pero otras me ha costado un horror memorizarlas.
SI: ¿Cuáles te han costado más?
AA: Los de Aquiles porque no me podía concentrar, me reía continuamente. No podía concentrarme en aquello y me daba una risa espantosa. El "trailer" mexicano también es una cosa, (rió a carcajadas), no te lo voy a contar ahora.
SI: Pero, ¿cómo comienza?
AA: Es un cine de lo más chic de Caracas al apagarse la luz y cuando el público ya está bien fastidiado de ver pasar vidrios, la pantalla se oscurece brevemente... y así comienza. Y es la descripción total del "trailer" mexicano de hace 25 años. Es delicioso, delicioso y hay que ver lo que el público goza con esa parte.
SI: Yo se que te tomó trabajo y además una gran seriedad porque recuerdo que me escribiste para que hablara, justamente a raíz de la muerte de Aquiles.
AA: Eso fue terrible.
SI: Te lo quiero decir en público porque ya te lo dije en privado. Yo llamé a María y las viudas resultan verdaderamente odiosas con los derechos de autor, llamé a María y le dije que me estaban pidiendo si se podía hacer una obra de teatro y ella me dijo: Bueno, ¿y quién es? Le dije: "Es América Alonso" ; y me dijo: "¡Ah no! si es América, sí"; todo con una espontaneidad y generosidad únicas.
AA: ¿Puedes creer que hasta la fecha no he podido hablar con ella?
SI: Cuando tú quieras me dices y hablas.
AA: Yo se que ella ha visto el espectáculo y se ha conmovido mucho.
SI: Ella en el Museo, se siente en su casa porque Aquiles en sus últimos meses era materialmente un miembro más del Museo y estaba emocionado con todo eso, y teníamos planes estupendos para las salas anexas. Cuéntame un poquito de tu experiencia en cada sitio.
AA: Primero hicimos una gira por Occidente luego nos fuimos a los Andes donde fue para mí un espectáculo maravilloso e inolvidable el de Mérida, por vez primera trabajé en Boconó y he quedado fascinada con ese Centro de Cultura que me parece el más bello y completo de los que he visitador hasta ahora.
SI: En Trujillo sucede un fenómeno maravilloso que América y yo comentábamos, que los Centros Culturales han estado en manos de mujeres fabulosas como Lourdes Zea y otras, que las llaman el matriarcado.
AA: Se está cumpliendo una función increíble tomando en cuenta los recursos. ¡Hacen milagros! En Boconó hay un taller que es una cooperativa y todos esos obreros trabajadores han sido enseñados, preparados para el oficio, han sido convertidos en profesionales.
SI: ¿No has ido a un sitio donde no ha habido otros espectáculos?
AA: Creo que Carúpano no es un lugar muy visitado.
SI: ¿Y siempre tienes gente en todas partes?
AA: Un lleno total, tanto es así que me pidieron regresar y lo voy a hacer en enero y lo voy a hacer en el conuco de Luis Mariano Rivera, en el Cachunchú Florido. Es un hombre autóctono sencillamente delicioso que escribe teatro campesino. Él fue muy gentil y me invitó a un sancocho que lo sirvieron en totuma, estuvimos allá por unas dos horas y pasamos con él casi hasta medianoche. Él nos cantó, nos recitó, nos hizo partes de las obras que él escribe. Yo me emocioné tanto y Daniel también, todos estábamos tan contentos que cuando nos dijeron que, por favor, regresáramos a Carúpano yo pedí que fuera presentado allí.
SI: ¿Cuáles son tus planes?
AA: Mis planes son integrarme ya lo más posible el año que viene.
SI: ¿Tú piensas hacer teatro en Caracas? ¿Hay algo concreto de ustedes?
AA: Yo necesito hacer teatro fijo. Es un problema que no me siento feliz si no lo hago, me siento incompleta. En TV también tengo proyectos pero quisiera que los dijeran ellos.
SI: Yo he oído rumores como periodista y a lo mejor vemos pronto a América en TV.
AA: Yo creo que sí porque éste es mi medio natural, en que yo me he iniciado y quiero mucho y debo mucho a la TV.
SI: La TV te debe mucho a ti y a Daniel donde ustedes empezaron a hacer la demostración de que se puedo hacer teatro en TV y que se debe hacer y que eso aumenta los televidentes. ¿Y no has hecho cine?
AA: Sí he hecho pero son recuerdos muy ingratos.
SI: ¿Por producción o porque no te gusta el medio?
AA: No, no. Ojalá yo pudiera trabajar en una producción grande. Yo hice dos películas nacionales, con las uñas, como se trabajaba y no fue nada especial. Si tuviera la ocasión haría cine.
SI: ¿Es muy diferente para una actriz de teatro hacer cine? ¿Son aprendizajes diferentes?
AA: Creo que son técnicas diferentes, el cine es una técnica de concentración muy grande, porque una en el teatro tiene al público de frente y una sabe si el público corresponde o no y una se va animando y entregando porque siente al público. En cine no pasa.