Entrevistadores: Sofía Ímber
Entrevistado: Pedro Pablo Aguilar, presidente electo de la Cámara de Diputados, dirigente nacional de Copei
Programa: Buenos días
Canal: Radio Caracas Televisión
Fecha: 03-11-1969

Pedro Pablo Aguilar explicó que "visita domiciliaria" no es un eufemismo para un presunto allanamiento de la Universidad Central de Venezuela, sino el término que usa el Código de Enjuiciamiento Criminal para describir el tipo de operación de orden público que se realiza.
- La Universidad goza de inviolabilidad lo que mismo que un hogar, pero no de inviolabilidad como una embajada extranjera, si en ella se están cometiendo actos delictivos sin que sus autoridades puedan impedirlo y llamen en su ayuda a la fuerza pública, ésta y el Poder Judicial tienen el deber de penetrar en su recinto para impedir e investigar esos actos irregulares. La Ley de Universidades dice que la UCV tiene la responsabilidad de mantener el orden en su recinto. El rector Bianco dice que no tiene los medios para ejecutar ese mandato, pues bien, si es así debe pedir ayuda a las autoridades ordinarias. Al no hacerlo es que se crean estas situaciones. Universitarios importantes, en conversaciones privadas que sostuvimos con ellos el martes, miércoles y jueves, nos decían, ¿y ustedes no van a hacer nada? Américo Martín hizo gestiones con los francotiradores para que cesaran, pero sin éxito, mientras tanto, la Plaza Venezuela, que es el centro de la ciudad, y la autopista del Este, estaban como en una guerra.
- Esto es cierto, pero por lo mismo, ¿por qué esperó el Gobierno hasta el viernes para actuar?
- Por un exceso de prudencia. El presidente Caldera es ante todo un universitario y no quiso intervenir hasta que se hizo claro que era absolutamente necesario.
- Pero el rector Bianco afirma que para entonces la violencia ya había cesado.
- Eso es incierto según le consta a todos quienes pasaron el viernes por la Plaza Venezuela.
- Ciertas declaraciones de Jesús Faría, en Barquisimeto, ponen en duda el futuro de la Pacificación ¿Qué opina usted?
- En esto de la Pacificación hay que hacer un poco de historia. En 1961, el Partido Comunista y el MIR decretaron la lucha armada en Venezuela. En 1965 comenzaron las dudas en el PC de que fuera la táctica apropiada, y en 1967 el PC decidió cambiar de línea. A raíz de la política de pacificación del actual Gobierno, esa decisión se ha afirmado como la correcta para toda la extrema izquierda y se le ha sumado el MIR blando y algunos sectores guerrilleros. Pero hay otros que persisten y que no cesarán la lucha armada por su voluntad, sino por el aislamiento y la impotencia a que se verán reducidos por una correcta política de pacificación. Sin embargo, sería engañarnos no admitir que el PC, y a eso se refieren las declaraciones de Jesús Faría, sigue sosteniendo como tesis de fondo, la necesidad eventual de la lucha armada en lo que ellos consideran una coyuntura más propicia. Por eso hay que estar alerta: La justificación y la corrección de la política de pacificación del presidente Caldera reside en que era preciso complementar las medidas policiales y militares de los regímenes adecos con medidas políticas. Eso es el hallazgo, ésa es la novedad de la pacificación copeyana.

Respecto al papel de las Fuerzas Armadas, dijo:
- Es evidente que las Fuerzas Armadas tienen un rol fundamental que desempeñar en la lucha contra la subversión. Las Fuerzas Armadas tienen que estar en todo momento en disposición y capacidad de hacer frente a cualquier brote de violencia subversivo, por eso son sospechosas ciertas campañas que tienden a desacreditar a las Fuerzas Armadas, presentándolas como los malos de este drama. La agitación en torno a la presunta muerte de Luis Hernández, en manos del SIFA, forma parte de esa campaña. No estamos interesados en tapar o encubrir a nadie, pero no podemos aceptar que porque alguien desaparezca, se presuma y se diga a los cuatro vientos que ha sido torturado y muerto por las Fuerzas Armadas.