Entrevistadores: Sofía Ímber; Carlos Rangel
Entrevistado: "Concho" Concepción Quijada, Empresario, Presidente de la Asociación de Cultivadores de Algodón
Programa: Buenos días
Canal: Venevisión
Fecha: 08-03-1983


SI: "Concho" Quijada, ustedes saben que es el hombre próspero y capaz de haber hecho cosas maravillosas en la agricultura, haber hecho prosperar la agricultura y haberse hecho próspero él con la agricultura. Vamos a hablar de cosas menos agradables que la prosperidad. Normalmente cuando un país devalúa, lo hace para sincerar su economía y hacerla más sana y fuerte. ¿Por qué se dice que en Venezuela la devaluación va a causar la ruina de la economía como lo acaba de decir Luis Núñez, nuestro anterior invitado?
CQ: Hay diferentes puntos de vista en este problema. Me parece, para el que participaba intensamente de la fiesta del petróleo, realmente esto es una tragedia, porque como dice el Dr. Úslar la fiesta está terminando.
SI: Terminó.
CQ: Terminó. Pero para los que nos dedicamos a la producción nacional y teníamos un bolívar sobrevaluado, un dólar barato que nos impedía ir a los mercados internacionales y tener como la afrenta de los importadores de decir: "En los Estados Unidos es mucho más barato", para esos la fiesta está empezando. Yo considero sumamente positivo lo que está pasando.
SI: Entonces, ¿debemos comprar un conuco?
CQ: No un conuco, pero fíjate que ahora, cuando la Venezuela artificial se está liquidando, todo el mundo dice que hay que desarrollar la agricultura. Ahora somos objeto de recuerdo de los que están en descenso. De manera que, creo que no son los extremos lo que necesitamos. Te voy a decir, por ejemplo, lo que pasa en el campo del algodón, en el campo textil que es el campo donde yo fundamentalmente me muevo como Presidente de la Asociación de Cultivadores de Algodón. Nosotros en el año 75 llegamos a exportar 60 mil pacas de algodón y desde hace muchos años venimos abasteciendo el país. La Asociación que yo dirijo produce el 92% de todo el algodón del país y nosotros llegamos a sembrar hasta 40 mil hectáreas de algodón y sin problemas abastecemos a la industria, pero de 35 mil toneladas de algodón que consumíamos en el año 75, que consumía nuestra industria textil, hemos llegado el año pasado a sólo 15 mil toneladas.
CR: Menos de la mitad, por la ruina de la industria textil.
CQ: Por el contrabando que arruinó el mercado y arruinó la industria textil. Más del 70% de la industria textil entró en mora judicial o en quiebra. 27 mil trabajadores perdieron su trabajo en la industria textil de hilados y tejidos, y 65 mil en la industria de la confección. Nosotros, que ocupábamos 22 mil trabajadores en el campo el algodón, este año sólo ocupamos cinco mil trabajadores.
CR: Menos de la cuarta parte.
CQ: De manera que, hay más o menos 100 mil personas que perdieron su trabajo por efectos del contrabando y por efecto del dólar barato. Ahora, ¿qué es lo que pasa?, ahora nos estamos preparando los algodoneros, si el Gobierno nos establece un esquema favorable, porque ése es otro problema...
CR: Entonces, para comenzar, el sector agrícola en general no comparte la consternación que tiene el resto del país por lo qué está pasando.
CQ: Bueno, no la comparte parcialmente, porque el problema fundamental que tiene ahora el sector privado es el reconocimiento de su deuda externa.
CR: Y hay agricultores que tienen deuda externa.
CQ: Además, yo creo que hay agricultores, agricultores muy pocos con deuda externa, pero sí hay agroindustrias que tenemos algunos compromisos. Pero es que hay dos tipos de esa deuda, de cómo se generó esa deuda, y creo que eso vale la pena investigarlo. Hay la generación de la deuda por la inversión de capital en Venezuela, dólares prestados para invertirlos en Venezuela, y creo que el Gobierno debiera reconsiderar o considerar la posibilidad de que esa deuda sea reconocida. Sin embargo, la deuda especulativa, quien sacó dinero para dejarlo allá y estableció un compromiso y ahora pretende que se lo dé el Gobierno a 4,30 para traer sus dólares y venderlos en el mercado libre, para eso me parece que el Gobierno no debe dar esos dólares preferenciales.
CR: ¿Eso es posible de determinar, de investigar?
CQ: Creo que debe ser posible, porque el tipo que contrajo una deuda debe poderse investigar dónde está el origen de esa deuda, cuál es su origen y dónde invirtió el dinero. A mí me parece que esas cosas no deben hacerse un topo a todo, sino investigar, porque el país no tiene suficientes recursos para hacerle frente a estas cosas.
CR: Concho, viendo el problema globalmente, si un sector, digamos el agrícola, está menos afectado o hasta piensa que de aquí en adelante es cuando puede comenzar su fiesta, porque por fin va poder producir a costos semejantes o inferiores a los del mercado mundial, pero que otros sectores de la economía se arruinan porque el Gobierno no les reconoce la deuda exterior y entonces quiebran empresas, cierran empresas, el sector agrícola también se vería afectado, no puede ser indiferente a un colapso general de los otros sectores económicos.
CQ: Sí, desde ese punto de vista tú tienes razón y por eso creo... Pero de todas maneras, si el Estado no le vende dólares a una persona que sacó unos dólares para dejarlos allá, tampoco habrá ese colapso. Ahora, si el Gobierno es sensato y analiza las situaciones, entonces el problema se puede resolver. Todo depende. A mí me parece que el Gobierno mismo no está viviendo el momento desde el punto de vista global. Yo creo que está estudiando su problema...
SI: Lo que decía Luis Núñez.
CQ: Sí, sí, ignorando totalmente lo que pasa colateralmente a toda la economía en general. Por ejemplo, yo no entiendo ¿por qué si Venezuela produce el 90% de la carne que consume, por qué si está congelando el precio de la carne, está regulado, vaya a ponerse el dólar a 4,30 para importar carne? ¡Eso es un absurdo!, ¡es totalmente un absurdo! Señor, si hay dos meses del año en que todavía tenemos un pequeño déficit, vamos a hacer una veda y no comamos carne durante dos días a la semana.
CR: En Argentina lo hicieron.
CQ: En argentina, en Colombia y en todas partes. De manera que, son cosas en las que todavía el Gobierno no tiene claro el problema general.
SI: ¿Cuándo crees tú que lo tendrán?, tú que sabes de tantas cosas.
CQ: Bueno, chica, a mí me parece que las necesidades harán clarificar las cosas.
SI: Eso es como el cuento del burro que aprendió a no comer y cuando aprendió se murió. Tú sostienes que la coyuntura debe ser aprovechada para desarrollar la producción nacional, ¿en qué renglones estamos en capacidad de hacerlo, tanto agrícolas como industriales? Tú acabas de decir una cosa muy importante, que nosotros tenemos abastecimiento de carne para diez meses al año y creo que todo país puede aprender a reglamentar su alimentación, inclusive dividirla como le dé la gana. ¿En qué renglones estamos en capacidad de ser auto-suficientes, aunque sea con un poco de austeridad en el consumo?
CQ: Aquellas industrias que exclusivamente ensamblan productos importados. Para ellas no hay ninguna posibilidad porque el mercado mundial les será cada vez más difícil. Tienen que comprar sus materias primas en el mercado mundial con dólares, pero las industrias, las pocos industrias que transforman materia prima nacional, ésas tienen una visibilidad definitiva.
CR: La textil, por ejemplo.
CQ: La textil, la algodonera, la tabacalera, todas ésas tienen posibilidades porque procesan materia prima nacional.
CR: Tú que conoces la economía a fondo, no sólo tu sector sino que como Presidente de Fedecámaras tuviste que interesarte en toda la economía, ¿qué sectores sanos hay en la economía venezolana, no dependientes de insumos importados con dólares?
CQ: Realmente hay muy pocas, Carlos, hay muy pocas porque nunca hemos contado con el esquema. La industrialización nacional fue muy artificial y entonces, en realidad producimos todo lo que consumimos, pero resulta que ensamblamos hasta los pollos, chico.
CR: ¿Cómo es eso de ensamblar pollos?
CQ: Porque los alimentamos con soya y sorgo importados. No sólo los automóviles se ensamblan en Venezuela, ensamblamos los pollos, los huevos, los cerdos, todo esto se hace con soya importada y con sorgo importado.
CR: ¿No se puede producir soya y sorgo aquí?
CQ: Si se puede.
SI: A nosotros nos dijo la Ministro de Agricultura que el sorgo todavía no estamos en edad de producirlo.
CQ: Porque estaba subsidiado, la importación estaba subsidiada, estaba subsidiada la producción nacional, son precios artificiales. Fíjate, lo que pasa aquí es un absurdo, por ejemplo, el país paga todavía tres mil millones de bolívares en subsidios de la leche. Yo por ejemplo, vendo leche a Bs. 3 el litro en mi finca pero, sin embargo, puedo comprar leche pasteurizada a 2,50. Quiere decir que, si yo cojo una camioneta de leche de mil litros, rompo los cartones y los echo en mi tanque, el Gobierno me regala un real como subsidio y le regala a las plantas pasteurizadoras que la pasteuriza otra vez, un bolívar. ¡Eso es un absurdo, señor!
CR: Pero esas cosas tienen que cambiar, que terminar. Entonces, aquí nos estaba diciendo Luis Núñez Arismendi hace un momento, que una de las razones que él ahora advierte para lo que se ha hecho y la forma como se ha hecho, es no solamente para ahorrar dólares, sino producirle bolívares al Gobierno. Naturalmente, al vender el Gobierno dólares caros para una serie de importaciones, obtiene más bolívares por los mismos dólares que le entran por Petróleo y que los va a seguir enterrando en cosas como la que acabas de señalar.
CQ: Y eso no puede seguir.
SI: ¿Tú crees que ahora seremos más competitivos en el mercado internacional?
CQ: Yo creo que podemos serlo. Fíjate, en el campo del arroz, que todo el mundo habla muy mal del arroz...
SI: La Ministro habló muy bien del arroz.
CQ: Pero el Gobierno no lo paga. Muy bien, muy bien, pero los agricultores no pueden comprar su arroz, entonces, nada hacemos con que se hable bien, sino que nos paguen el arroz. Hay agricultores que tienen tres cosechas sin cobrarlas.
SI: Ellos le venden el arroz al Gobierno y el Gobierno no les paga.
CQ: Mira, normalmente el arroz se le vendía a los industriales del arroz. Había una conexión directa entre el que producía el arroz y el que lo procesaba, pero ahora el Gobierno inventó un subsidio y empezó a comprar arroz caro a los agricultores y a vendérselo barato a los industriales, y entonces ningún industrial le compró más nunca a un agricultor. ¿Cómo le va a comprar a 1,60 al agricultor cuando el Gobierno se lo vende a 0,50? Entonces se rompió el nexo entre productor y consumidor, entre productor y procesador.
CR: Estamos viviendo una gran transición nacional, uno tiene que llamarla crisis, crisis de transición. De aquí pueden salir inclusive buenas cosas. Ahora, lo que la gente no cree es que el mismo personal gubernamental, el mismo Gabinete, pueda haber administrado el país hasta esta coyuntura y de aquí en adelante. Ya hay varios hombres, Rafael Tudela, Muci Abraham, etc., que han dicho que el presidente Herrera tendría que hacer realmente una renovación de los cuadros de la Administración para enfrentar los 11 meses de Gobierno que le quedan. ¿Qué opinas de eso?
CQ: Eso es lo menos que puede hacer el Gobierno, cambiar su personal para, sobre otras bases y otro pensamiento, estructurar una economía mucho más sana.
SI: Ojalá que el sector agrícola de verdad prospere y junto con el sector agrícola toda Venezuela se recupere de esta crisis que todos desean sea muy pasajera.
CR: Llegó la hora de la verdad para la agricultura y si tenemos buena conducción gubernamental, la agricultura venezolana puede, de aquí en adelante, prosperar, inclusive ha prosperado en el pasado contra toda clase obstáculos en algunas áreas como Acarigua. ¿Por qué no ahora en todo el país? Eso sería una buena consecuencia de esta transición, de este cambio de vida que está experimentando Venezuela.