Entrevistadores: Sofía Ímber; Carlos Rangel
Entrevistado: Rafael Tudela, Experto petrolero
Programa: Buenos días
Canal: Venevisión
Fecha: 10-03-1983


SI: En nuestra experiencia, entrevistar a Rafael Tudela, resulta invariablemente provechoso, porque sabe de qué está hablando y además, su sentido crítico, no empaña su optimismo sobre Venezuela. Siempre acompaña sus críticas con una coletilla, generalmente "Venezuela es el mejor país del mundo". ¿Repite eso mismo hoy, Rafael, sin reticencias?
RT: Absolutamente, porque a pesar de la doble conducción económica que tenemos y de todos los problemas que confrontamos, es evidente que la reacción general tanto de la población como de los organismos empresariales y laborales ha sido prodigiosa, ha sido de completa colaboración, el mundo ha ofrecido su colaboración. Ahí están como ejemplo las declaraciones de nuestro nuevo Cardenal, las declaraciones de Consecomercio son extraordinarias, la posición de toda Venezuela, la posición de Fedecámaras, todo el mundo está colaborando y dispuesto a colaborar. Lamentablemente, la gran confusión no sólo en el país, sino también en el exterior, fundamentalmente no porque haya un desacuerdo en cuanto a qué política seguir...
CR: Tú regresaste al país anoche.
RT: Sí, regresé anoche y estuve en contacto con muchos círculos financieros en Estados Unidos, con muchos bancos, etc. El problema es que no hay una definición, porque tenemos dos conducciones de la política económica del país y cualquiera fuera la que se adoptara, al ser una sola política económica, habría ya una definición.
SI: ¿Cuáles son esas dos políticas?
RT: La política económica que se lleva a cabo por parte del BCV y la política económica que se lleva a cabo por parte del Ministerio de Hacienda.
SI: ¿Cuál les parece más sensata en los centros financieros del exterior?, porque, por ejemplo, yo sé que en Bapson College hubo una conferencia, un seminario, donde materialmente hablaron de nosotros muy jocosamente, y no tengo el número, pero me lo van a mandar, de The Economist, donde hablan de la "multisápida política financiera venezolana".
RT: Es que resulta que el problema fundamental de Venezuela sigue siendo un problema de confianza y el problema de la multisápida economía es que sinceramente un país puede funcionar con una economía marxista, con una economía socialista, con una economía capitalista, con cualquier tipo de economía, pero no se puede marchar con una economía donde hay contraposición de ideas y donde no hay una sola dirección de la economía política. Por ejemplo, en este país, si desde el punto de vista teórico se decide que la política que lleva a cabo el BCV es la más correcta, se podría nombrar quizás a Díaz Bruzual, Ministro de Hacienda para que dirigiera toda la política económica. Eso sería mejor que el que haya dos políticas económicas como sucede actualmente, y que por un lado el Ministro de Hacienda diga una cosa y el BCV diga otra, o la Presidencia del BCV diga otra diferente.
CR: Pero visto esto desde el exterior, tú regresaste anoche de Estados Unidos, te entrevistaste allá con dirigentes bancarios del más alto nivel. ¿Qué dicen ellos?
RT: Esto mismo y no sólo ahora, sino hace unos meses cuando fui con Hans Neumann y algunos otros empresarios a hablar con banqueros y a dar una conferencia dando confianza en Venezuela, e incluso anteriormente, esta dicotomía se volvía a repetir en nuestra política económica. Había paquetes de financiamiento para Venezuela, pero existió falta de coordinación de parte nuestra, es decir, en Venezuela no tenemos, insisto, una coordinación en política económica, más concretamente en el manejo de la deuda publica.
SI: Rafael Tudela y otros empresarios, por contraste, se han manifestado optimistas con relación al control de cambios en el sentido de que por lo menos la balanza de pagos se va a nivelar. ¿Quieres explicar eso?
RT: Yo creo que sí se va a nivelar, porque estructuralmente la economía venezolana no tiene un problema básico. En la balanza de pagos había una diferencia de dos mil millones de dólares al año que no es mucho comparado con todos nuestros ingresos. El problema es la fuga de capitales. Ahora, realmente, poner en vigencia tres mecanismos de control, uno a 4,30, otro a 6,00 y otro libre, eso es muy difícil de implementar y controlar. Tenemos el caso de Ecuador que empezó con cinco tipos de cambio, pasó a dos y ahora está tratando de considerar uno sólo, y a nosotros nos va a pasar lo mismo. Por un tiempo corto esto es positivo, pero por ejemplo, aquí no estamos utilizando mecanismos como el vender dólares a futuro, el "swap" y otra serie de mecanismos sofisticados que existen y que no se han podido poner en vigencia por la falta de uniformidad en el manejo de la política económica. Y claro, eso es lo que crea desconfianza. Yo creo que ya los bancos en Estados Unidos están hastiados de este tipo de doble política económica de Venezuela y por la falta de coordinación en dicha política.
CR: Tú dijiste algo que yo quisiera que repitieras, explicaras, porque es muy importante. La falta de confianza se traduce en mucha gente que nos está viendo en la expectativa que Venezuela se va a despeñar ahora como se despeñaron los países del cono sur, y de devaluación en devaluación vamos a llegar a limites inverosímiles e impensable ahora. Pero eso no tiene por qué pasar puesto que tenemos una exportación muy sólida y muy valiosa. Aún en el peor de los casos. Aún así, la OPEP no logra ponerse de acuerdo, el volumen de exportación de petróleo y el precio más bajo imaginable producirían un gigantesco ingreso de divisas si lo sabemos manejar. Entonces, esa posibilidad que la gente teme, que el bolívar vaya cayendo de escalón en escalón como cayó el peso argentino, eso no debe ser. ¿Por qué no?
RT: Fundamentalmente la gente se olvida que lo que producimos es petróleo. Asumamos que el costo de producir ese petróleo, para dar una cifra -la exacta no la tengo- sea de ocho dólares o diez dólares, para decir cualquier cifra. Si el precio del petróleo baja a $ 25, todavía estamos ganando una cantidad exorbitante de dólares por cada barril que vendemos, y de lo que no hay ninguna duda es que seguiremos vendiendo un gran número de barriles. Lo que no se ha podido aguantar ha sido el desaguadero de la mala administración, los 21 mil millones de bolívares que pierden las empresas públicas, la falta de eficiencia en el manejo de los presupuestos, la falta de ajuste en los presupuestos. Y siempre decimos lo mismo, el último presupuesto de Carlos Andrés Pérez dijimos que era faraónico, gigantesco, y era de 45 mil millones de bolívares y si lo hubiéramos dejado ahí, nosotros hoy día ya hubiéramos pagado la deuda pública y tendríamos reservas a la mano. De tal manera que, hay suficientes reservas, estamos pasando un momento como siempre hemos pasado, pero el precio del petróleo siempre va a hacia arriba, pero va hacia arriba subiendo y bajando, pero la curva, en definitiva, más bien una espiral siempre hacia arriba. Los recursos petroleros acaban y el precio del petróleo seguirá subiendo siempre. Lo único que debemos hacer nosotros para tener una economía sana es ajustar los presupuestos a nuestros ingresos y no hacer nuestros presupuestos como hasta ahora, es decir, calculando optimistamente los niveles más altos de precios petroleros añadiendo el 10 % y ése es el presupuesto nacional.
CR: ¿Qué haría falta hacer, qué debería hacer el Gobierno para que a la gente se le quite esa pesadilla de pensar que el bolívar de 7,50 pasó ayer a 8,05, que puede llegar a 9 y a 10, y de que puede seguir por esa vía? ¿Qué hay que hacer para frenar ese temor?
RT: Vuelvo a insistir, yo creo que el factor fundamental de confianza está en dos o tres factores y el más importante de todos es la unificación y la dirección única de la política económica del país, cosa que todavía no tenemos, y el bolívar regresaría a lo mismo rápidamente, a un valor normal, mientras que ahora se podría ir a 10 o a 12 bolívares el dólar porque la gente no tiene confianza, no se han tomado las medidas que se han debido tomar de tipo psicológico y de confianza.
CR: ¿Cuáles?
RT: Específicamente la unificación de la política económica. Segundo, un ajuste del presupuesto nacional en forma contundente razonable. Tercero, un cambio del Gabinete Económico y una nueva situación política en el país. Ustedes recuerdan que en una situación similar Rómulo Betancourt cambió el Gabinete, fue a la TV, tuvo a Tomás Enrique Carrillo Batalla, en una posición muy dura sobre lo que había acontecido, y eso le dio al país confianza y regresamos a nuestro signo monetario.
SI: ¿Qué piensas de le oferta de AD de cooperar en la solución de la crisis hecha anoche en forma solemne por el candidato Lusinchi rodeado del CEN de su partido? ¿No debería ser aceptada esa oferta por el Gobierno?
RT: Absolutamente que sí. Creo que ésta es una situación que amerita un consenso nacional. Creo que nosotros debiéramos tener el apoyo de todos los partidos, especialmente del principal partido de oposición. No olvidemos la forma desordenada y contradictoria en que se están tomando las medidas, por lo cual podría acontecer una falta de abastecimiento. Hemos paralizado muchos de los sectores comerciales. Afortunadamente anoche hubo un anuncio para el refinanciamiento de la deuda externa del sector privado. Les puedo adelantar que el viernes próximo, por ejemplo, en México se acuerda financiar la deuda privada en un plazo de seis años, la de ellos. El Gobierno se está preocupando del refinanciamiento de la deuda privada y está acordando un refinanciamiento con tres años muertos. Nosotros estamos yendo hacia ese camino, pero lo hemos venido haciendo en una forma tan conflictiva, con tantos tropezones, que realmente la cuestión ha producido fricciones y traumas. Este anuncio del Ministro de Hacienda, creo que calma mucho la situación. El otro problema grave aquí es que siempre se toman medidas retroactivas. Nosotros no hemos de decir: "Bueno, desde hoy en adelante las reglas del juego son éstas", sino que siempre el industrial, el comerciante, el ciudadano, vive la inseguridad de que pasado mañana va a venir una medida retroactiva que incluso es inconstitucional. Ocurre eso, que las reglas del juego en Venezuela nunca han estado claras y para que la gente tenga confianza, las reglas del juego tienen que estas muy claras. Por ejemplo, hemos podido decir: "Desde hoy en adelante el cambio es a tanto", y decirlo con base y estar bien documentado, bien investigado para que no haya abusos. A cada rato se les cambian las reglas del juego a los industriales, a los comerciantes y a los ciudadanos y eso no da confianza.
SI: ¿Qué tipo de medidas complementarias al control de Cambio debería tomar el Gobierno? La gente está totalmente desconcertada como tú dices.
CR: Ya Rafael se refirió a la unificación de la conducción económica.
RT: Se debe llegar a la unificación de la política económica, a la eliminación de estas inmensas pérdidas de muchas empresas del Estado, -que sé yo por qué no se acaban de eliminar- el pase al sector privado de algunas industrias y algunos servicios públicos que podrían operarse con menos costos y mucha mayor eficiencia, el reajuste del presupuesto nacional, en fin, hay cantidad de medidas que se toman en estas circunstancias.
CR: Desde luego, es un "desideratum" evidente, el terminar con las pérdidas de 21 mil millones de las empresas del Estado y hasta esa cifra se maneja con incertidumbre, porque no se sabe exactamente y hasta se sospecha que hay contabilidad arreglada. Se han dicho 10 mil, 12 mil, 15 mil millones, y ahora se habla de 20 mil millones. En la práctica no hay intereses creados demasiado poderosos, no son estructuras acorazadas estas empresas del Estado, porque uno habla de empresas del Estado, pero si empiezas a nombrar cuáles son, te das cuenta de que es un poco difícil meterles el diente.
RT: Pero precisamente, es ahí donde el Presidente de la República, porque Venezuela es un país presidencialista, donde el Presidente puede decir: "Señores, vamos a implementar este programa, tal o cual empresa se va a vender o se va a cerrar porque está dando pérdidas, vamos a hacer tal cosa, o se va a arrendar, por ejemplo". El país no puede seguir con el sistema de la educación superior que ya lo analizamos en una ocasión, costos de la educación superior, no por lo que cuesta sino por lo ineficientes que son sus rendimientos. Hay una serie de áreas que si se reajustaran realmente, no tendríamos ningún problema económico y evidentemente la pregunta de Sofía es muy importante, creo que el apoyo a medidas económicas conjuntas bien implementadas que han hecho los partidos políticos, que ha hecho la comunidad empresarial, que ha hecho la CTV, debería ser escuchado por el Presidente, porque a pesar de que no tenemos un problema estructural y de que el bolívar debería estar bajando en estos momentos, nosotros tenemos tal desconfianza en lo que está aconteciendo, que en la Bolsa de ayer el bolívar siguió bajando, subió el dólar.
SI: Tú has hablado de un cambio total en la conducción económica del país. ¿Cambiar qué a qué?
CR: Esto vale la pena subrayarlo. Cuando declaraste que una de las cosas que puede restablecer la confianza es un cambio de Gabinete, dijiste enseguida que sería para llevar a cabo un cambio total en la conducción económica. ¿Total qué significa, un viraje de 180 grados? Entonces, ¿qué se ha hecho mal y qué se podría hacer mejor?
RT: Uno de los factores que vale la pena mencionar y que creo está en el fondo de todos nuestros problemas, no sólo el económico sino el político en general, es la absoluta necesidad que no han anunciado todavía los candidatos presidenciales de la reforma estructural del Estado. En otros países cuando hay un problema de este tipo, la opinión pública tiene canales a través de los cuales expresarse y esa opinión debe ser atendida, y ustedes ven en Estados Unidos que los congresantes, los diputados, los senadores, tienen posiciones que representan a sus electores. En Venezuela no. En Venezuela podemos decir lo que sea, pero los diputados y senadores pertenecen a tal o cual candidato presidencial o precandidato presidencial. Quiero aclararles que, a pesar del anuncio de diputado independiente que pusieron por secretaría, que yo estoy muy agradecido a los partidos que me han llevado y del partido que me llevó como independiente al Congreso donde he estado tres veces, y ha sido Copei, pero por otro lado yo critico el hecho –dicho lo anterior- de que los diputados y senadores en el Congreso de la República, o son calderistas, o son piñeruistas, o son herreristas, o son lusinchistas, o son teodoristas, etc., pero no hay parlamentarios que representen a sus electores, y entonces, el modo de expresión de la gente no llega al Congreso. Aquí la gente hace las cosas un poco por mandato presidencial. El Presidente tiene un exceso de poder, no hay un balance en nuestro Congreso de la República como lo hay en otros países y la gente no encuentra cómo conducir la expresión de sus opiniones. Por ejemplo, el país está pidiendo a gritos y lo ha hecho a través de comunidades de vecinos en el caso de los concejos municipales, tener una elección nominal de sus representantes sin quitarle nada a los partidos. Esto se podría hacer dándole a los electores la oportunidad de escoger personas dentro de tarjetas del color que se quiera, pero que la gente tenga el derecho de premiar a la gente que les guste porque está defendiendo sus intereses, y de castigar a quienes no lo hagan. De esa manera tendríamos un sistema de conducción de la opinión pública, la participación de la que tanto se ha hablado no existe porque no hay una manera de expresarse con poder político en el país y realmente ése es un problema fundamental cuya solución nos llevaría a la interpretación de lo que quiere la gente, que no quiere lo que está pasando.
CR: La pregunta queda pendiente, un cambio total en la conducción, ¿de qué conducción económica a cuál conducción económica?
RT: Primero tenemos que definir qué clase de economía queremos.
CR: Permíteme un paréntesis. Aquí, Sofía y yo, dijimos en días pasados, que si se mantenían los privilegios del control de cambios para el sector público, Venezuela en efecto iba por fin a encontrar una vía venezolana hacia el socialismo a través del control de cambios.
RT: Evidentemente, no se puede premiar a un Estado ineficiente y darle un dólar a 4,30, y castigar a aquellos que han realizado su propio esfuerzo y han corrido sus propios riesgos. El caso de la industria de la construcción. No es posible que un constructor que está haciendo viviendas de orden social, y que no tiene avales del Estado, no ha buscado ayuda del Estado sino que ha aportado su dinero y ha conseguido créditos en el exterior, sea castigado frente a otro constructor que tiene un aval del Estado o que ha recibido un aporte del Estado para el negocio. Cuando yo digo un cambio total quiero significar que no podemos seguir viviendo con el gigantismo del Estado al que habíamos llegado por la situación petrolera donde hemos dilapidado todos los ingresos. El Estado se tiene que ocupar de las cosas fundamentales.
SI: Tú decías que tenía que haber un estilo, una economía propia, ¿cuál es ese sistema económico? ¿Cómo lo llamarías, a lo que pasa hoy en Venezuela?
RT: Una total confusión. El problema de Venezuela es que no podemos decir que tenemos una economía socialista, ni marxista, ni capitalista, y ni siquiera mixta. Es decir, un día tomamos una medida y al otro día tomamos otra medida, pero no hay una dirección única.
CR: Con un denominador común, que es la hostilidad y el hostigamiento, la iniciativa económica privada.
RT: Así es.
CR: Que es lo que nos ha traído baja productividad también del sector privado.
RT: Yo, por ejemplo, dejaría que alguien compitiera con la Cantv, para que vean que rápido mejoran los teléfonos aquí en Venezuela. Han mejorado los servicios del aseo urbano cuando se le dio oportunidad al sector privado a que los manejara. Los acueductos serían otro tipo de servicios que podrían ser mejor manejados por el sector privado. Nosotros no tenemos un problema económico grave, lo que tenemos es un grave problema de conducción política y de conducción económica.
CR: Mucha gente no se ha dado cuenta de un hecho de cierta importancia y es que el Gobierno va a salir premiado, en cierta manera, con eso que ocurrió, porque por un mismo número de dólares o hasta por menos dólares, va a tener muchos más bolívares puesto que podrá colocar dólares en el mercarlo fluctuante y venderlos, por ejemplo ayer a 8,05, otro día a 7, y otro día a 9. ¿Qué debe hacer el Gobierno con esa masa de bolívares nueva que la va a ingresar por el nuevo control de cambios?
RT: Yo creo que eso le da mayores recursos fiscales al Gobierno, pero no importa que el Gobierno reciba el doble de lo que está recibiendo ahorita. Nada le alcanza no sólo a este Gobierno sino a ningún Gobierno en este país. Si revisamos los presupuestos de Leoni para acá, nos damos cuenta de ello.
CR: ¿No hay peligro de que el Gobierno sienta que el problema está resuelto porque tiene dinero con el cual pagar los sueldos, y con qué darle más bolívares a las universidades, con qué comprar -con bolívares devaluados- una serie de cosas que estaban fuera de su alcance hasta ahora?
RT: Claro que hay esa tentación. Afortunadamente el déficit que nos causa el ajuste petrolero, que como he dicho, no es tan grave como otra gente piensa, no nos va a permitir utilizar esos recursos fiscales para dilapidarlos. Además, no olvidemos que estamos en un año electoral y eso evita a veces el tomar ciertas medidas que se deben tomar. Mi esperanza es de que en corto plazo, porque si hubiera la dirección política unificada tendría que ser muy valiente y no sería electoralmente provechosa para el partido de gobierno, pero yo creo que en el curso de los próximos meses tendremos una elección y cualquiera sea su resultado, lo primero que tendría que haber son unas medidas económicas concisas, unificadas, etc., como estábamos comentando hace un rato. Si cuando el presidente Herrera se hizo cargo del Gobierno y anunció que el país estaba hipotecado, si en ese momento hubiera tomado una medida de control de cambios, otro cosa sería lo que hubiera acontecido.
SI: ¿Qué va a pasar con el precio del petróleo y qué va a significar eso para Venezuela?
RT: En eso hemos tenido un adelanto tremendo, porque ya tenemos un acuerdo con México. Fundamentalmente lo que he estado diciendo desde hace tiempo, y creo que hemos tenido un éxito grande en las últimas reuniones con México, y México hasta se ha incorporado a las reuniones internacionales petroleras. Eso es mucho más significativo para Venezuela que para la OPEP y debiéramos ahora remachar y seguir esos contactos con México como lo he dicho muchas veces. Nuestro petróleo no va a sufrir la totalidad de la rebaja del precio petrolero por las siguientes razones. Primero, tenemos de 25 a 30 tipos de petróleo diferentes, lo cual nos da una ventaja de productos que ofrecer. Nuestras nuevas refinerías, con el nuevo patrón de refinación, nos dan una serie de productos sofisticados que nos permiten ofrecer a nuestros clientes mezclas muy atractivas. Por otro lado, el 80% de los crudos venezolanos no dependen de la OPEP, sino que dependen del mercado méxico-venezolano, que es el de la costa este de Estados Unidos, y de ese volumen total, un 40% está atado a contratos de refinación en Aruba, que a su vez ya están atados a los precios de los productos refinados en el mercado a través de los precios llamados "platz", eso quiere decir que ya ese crudo recibió el impacto de la rebaja. Si tomamos en cuenta todos estos factores, nosotros debemos tener una reducción del orden -lo sigo sosteniendo- de dos o tres dólares por barril. Ésa sería la rebaja que algunos han pensado.
SI: ¿Tú sigues diciendo que Venezuela sigue siendo el mejor país del mundo?
RT: Sí. Sigue siendo el mejor país del mundo y no entiendo cómo no aprovechamos para mejorarlo aún más, porque el problema es como decían unos amigos míos quienes señalaban que, lamentablemente, el país adelanta de noche mientras sus conductores duermen, porque de día, echa para atrás.