Entrevistadores: Sofía Ímber; Carlos Rangel
Entrevistado: Carlos Luis Barrera, Escritor, Autor del libro "La Solución para Venezuela"
Programa: Buenos días
Canal: Venevisión
Fecha: 24-03-1983


SI: Estamos con Carlos Luis Barrera, Autor del libro "La Solución para Venezuela". Es un libro extraño, es una autobiografía, pero a la vez una historia contemporánea de Venezuela y un manifiesto político. Vamos primero con la autobiografía. Tú aquí cuentas que de limpiabotas has llegado a empresario y sobre todo has sido periodista. ¿Por qué una vida tan azarosa?
CLB: Sofía, yo no diría que azarosa, sino llena de unas dificultades, porque mi madre cuando yo apenas tenía 16 meses, quedó viuda y entonces era necesario hacerle frente a la vida. Yo prácticamente venía a ser un obstáculo por mi corta edad para mi madre. Tenía cuatro hijos más a grandes que sostener, todos mayores que yo. Entonces, mi madre me mandó para casa de una tía que tenía medios económicos.
CR: ¿Naciste dónde?
CLB: En Maracaibo, que la llaman la tierra del sol amada, en el barrio de La Picota. Me mandaron a casa de mi tía y yo deseaba, anhelaba estar con mi madre y a los ocho años se me ocurrió irme para la playa, ése fue el pretexto, y entonces mi tía se asustó mucho y dijo que ella no quería tener esa responsabilidad.
CR: Te escapaste.
CLB: Me fui a la playa, me iba para la playa y mi tía me lo censuraba.
CR: Reincidías, lo volvías a hacer.
CLB: Claro, yo me quedaba en la orillita para no tener ningún peligro. Ella creía que yo me iba mar adentro. Entonces me mandó a mi casa.
SI: Que era lo que tú querías.
CLB: Que es lo que yo quería. Mi madre, esa noche en que llegamos, me colmó de besos y de lágrimas, lloró, y naturalmente yo me enternecí con esos cariños porque yo los recibía de mi tía pero no con esa sensibilidad. Entonces, mi madre me dijo como a las 12:00 de la noche -estuvo toda la noche conversado- yo tenía en ese momento ocho años para nueve, me dijo que en los momentos difíciles es que se necesitaba el valor y el coraje para enfrentar la vida, y que ella contaba con mi colaboración para que le hiciéramos frente a la vida y entonces me dio todo su capital, cinco bolívares, que yo me fuera al mercado.
CR: Tus hermanos ya no estaban en la casa.
CLB: Mis hermanos eran mayores que yo y el que me seguía a mí vivía allí también, y otro hermano se la pasaba viajando de un sitio para otro y el otro también. Entonces, comienza la lucha a los ocho años.
SI: ¿Qué hacías tú a los ocho años?
CLB: Yo era el que hacía el mercado con cinco bolívares, yo vendía empanadas, iba de casa en casa anunciando: "Mire, mañana tenemos caraotas". Ese mercado era para hacer comida, para vender. (Falta texto) 1.500 bolívares y si yo los vendía por más de 150 mil bolívares, él me daba el excedente. Yo me encontré con un amigo a quien no podía pretender ganar el dinero extraordinario, y le dije la verdad, que los camiones los tenía yo por 150 mil, y que me iban a dar de comisión los 1.500, y esa misma tarde se hizo la operación y el vendedor me dio un cheque por Bs. 1.500, con los cuales comencé yo la construcción con 1.500 bolívares, en el año 46.
CR: Y llegaste a ser rico. Ahora, ¿dónde y cómo conociste a Rómulo Betancourt?
CLB: A Rómulo lo conocí yo el año 38 aquí en Caracas, que yo venía de Cúcuta, comisionado por Valmore, por Raúl Leoni y por otros más representantes en el PDN, la fracción en el exilio y ahí conocí a Rómulo. Nos hicimos grandes amigos. Como quiso la casualidad que ese día Jóvito Villalba se puso muy molesto por una proposición concreta que se hizo con la cual él dijo que no estaba de acuerdo y nosotros sí, entonces Jóvito se irritó mucho, le dio una trompada a la mesa y dijo que él se iba de eso, del PDN, y lamentablemente dijo una palabra que no la puedo expresar aquí y entonces Rómulo le dijo: "Yo me voy y esto se acaba aquí", dijo Jóvito, y Rómulo le dijo: "No seas tonto, Jóvito, el que se acaba eres tú". Y ha tenido "boca de ángel", puesto que hoy Jóvito está liquidado. Bueno, entonces yo me dediqué con toda celeridad a la construcción de viviendas para el pueblo y logré hacer 1.550 casas y entonces solicité un crédito del Banco Obrero y un ingeniero de apellido Amín dijo que ese crédito no se me podía otorgar porque esas casas se iban a caer al año. Afortunadamente ya cumplieron 35 años y siguen en pie.
CR: ¿Cómo te metiste en la política?
CLB: Un señor amigo, Rafael Reyes.
CR: ¿En qué año fue eso?
CLB: Yo me metí en política en el año 31, bajo Gómez. Salí a formar sindicatos y a llevar molestias y prisiones, todas las dificultades inherentes a eso.
SI: ¿Cuántas veces y bajo qué gobiernos has estado preso?
CLB: Con Gómez, con López Contreras, con Medina Angarita, pero lo de Medina Angarita la verdad que no fue por un delito político, fue por un inconveniente que yo tuve.
SI: Ya nos contarás eso.
CLB: Y después Raúl Leoni, mi amargo, mi excelente amigo.
SI: ¿Te mandó a poner preso?
CLB: No, no me mandó a poner preso, pero sí, yo denuncié un negocio fraudulento que se hizo en la Fiscalía General y yo fui a la Fiscalía General a hacer la denuncia con mi firma del hecho, pero le echaron tierra porque había dos jerarcas del partido metidos en la fosa entonces. Yo no podía tolerar eso.
SI: Durante Medina fuiste preso por otra cosa. ¿Cómo fue el lance en Caracas cuando mataste a dos hombres el 12 de junio de 1941 y por qué?
CLB: Bueno, a mí me agarraron cuando López Contreras. Eso fue en la cárcel de Maracaibo. A mí me hicieron preso y me hicieron un juicio por vilipendio, que eran los juicios famosos de López Contreras. Me llevaron a la cárcel y empezó el trámite del juicio, pero parece ser que mi boleta llegó un día y el Alcalde la secuestró y a mí me mantuvo secuestrado dentro de la cárcel. El Alcalde nos explotaba de una manera brutal. El Estado nos daba un bolívar a cada uno para la comida, éramos 307 presos y el Alcalde se robaba Bs. 207 y con Bs. 100 nos daba de comer, nos arreglaba. Entonces yo esperé que la Corte se presentara en la cárcel y les dije: "Señores de la Corte...".
CR: Lo denunciaste.
CLB: Sí, en esas visitas que hace la Corte a la cárcel. "Señores de la Corte, yo quiero que tomen nota de un denuncio que voy a hacer. Este señor que está a su lado, nos está matando de hambre, nos está robando todos los días Bs. 207", y les enseñé la listica que yo tenia hecha, cuánto se gastaba, cuánto comíamos. Cuando firmé les dije: "Ahora de ustedes, de usted Juez, depende mi vida y mi libertad, porque tengo la certeza de que este señor me va a torturar. Este señor no es un ángel. Este señor ha liquidado ya a cuatro personas durante su vida", –tenía ya cuatro muertos-. Pero el Juez se hizo el loco y esto fue a las 11:00 de la mañana. A las 5:00 de la tarde del mismo día estaba yo en un calabozo con estas cosas en los pies, y esposas en las manos. Entonces, a las 2:00 de la madrugada, matemáticamente, llegaba revólver en mano y me daba con el cañón en el pecho y yo mostré ante el tribunal un callo en el pecho por esos golpes que me daba con el cañón del revólver. Un día ya obstinado, le dije: "Usted tiene un revólver, yo no tengo nada, quíteme siquiera las esposas de las manos para siquiera darle yo un puñetazo y entonces usted me mata". Él entonces se rió en la forma más burlona que se le puede hacer a un hombre -tipo Boris Karloff-. Te confieso, Carlos, que aquello me dejó aplastado. Pero cuando viene Medina a la Presidencia...
SI: Te soltaron.
CLB: ...el Alcalde cuenta los presos y sobra uno, el que sobra soy yo, que no estoy preso allá. Yo estoy secuestrado. Me pone en libertad. Antes de esto mi madre había hecho una gestión en Caracas y había logrado un permiso del Ministerio de Relaciones Interiores para que pudiera verme y cuando llegó a la cárcel con el permiso, bueno, se burló de ella el Alcalde de la cárcel y se lo rompió en la cara, y entonces él le puso la mano en la frente de mi madre y ella cae al suelo, con la buena suerte de que un guardia que estaba allí corre e impide que se dé con el cemento. Cuando impide que se dé con el cemento se le cae el fusil y hay un disparo. Afortunadamente a mi madre no le pasó nada, pero se salvó de milagro porque si no, se mata. Ese cuento me lo contaron cuando yo salgo de la cárcel. Bueno, a mí no me quedaba otro camino, periodista interviniendo en política y con la mamá mía ofendida, ¡yo no podía tolerar eso!
SI: ¿Qué hiciste?
CLB: Me vine a Carneas y después de siete días tuve la buena suerte de encontrármelo, y él decía que cuando me viera en la calle yo me iba a echar en carrera y que no sabía dónde iba a parar, pero resulta que no fue así. Yo me paré y les hice frente a los dos...
SI: ¿Por qué dos?
CLB: Porque él cargaba espaldero y ese espaldero había matado a su esposa en el estudio de la Radio Ondas del Lago de Maracaibo, y había salido en libertad antes de un año.
SI: Por supuesto que tú estabas armado y ellos dos también. Y eso fue en la esquina de La Torre.
CLB: Sí, en la esquina de La Torre.
SI: ¿Quién dio el primer tiro?
CLB: Bueno, yo no les di tiempo, porque si les doy tiempo me matan a mí. Cuando ellos iban a amagar, yo ya estaba con el arma lista.
SI: ¿Es verdad que el Acalde de la cárcel, Pedro Estrada, te felicitó?
CLB: Sí, me felicitó Pedro Estrada y no sólo me felicitó, me ayudó extraordinariamente y yo hice en la cárcel una labor social muy buena, empezando porque yo me ganaba la vida, hacía suecos para el baño, trabajaba hasta las 12:00 de la noche, y así, dentro de la cárcel. Yo me ganaba la vida para mi madre y para mi mujer, que ese tiempo la tía... (Texto faltante) ...pero Estrada me permitió todas esas labores.
CR: Pedro Estrada era el Alcalde de la cárcel.
CLB: Sí, y él había sido Jefe de la policía con López, y ahora era Alcalde de la cárcel.
CR: ¿Es cierto que tú mataste a los dos con apenas dos tiros?
CLB: Sí, pero yo tenía todavía diez balas en la mano y me quedaron cuatro en el barrilete, porque se me trancó el revólver, porque si no, yo hubiera seguido disparando.
CR: ¿Qué te dijo Pedro Estrada?
CLB: Pedro Estrada me dijo: "Yo lo quiero felicitar, y quiero ser su amigo". "Y yo le agradezco mucho -le dije-, y cuente también con mi amistad". Eso era en 1941.
CR: Tú debes ser de los pocos venezolanos que eran amigos de Rómulo Betancourt y de Pedro Estrada.
CLB: Pero es que cuando yo traté... Bueno, yo le respondí a Pedro Estrada este servicio y yo traté de sacarlo del país cuando lo estaban buscando y Rómulo lo supo porque el Embajador me denunció, el Embajador americano y entonces Rómulo me dijo: "¿Dónde estabas anteayer, Carlos?". Allá en su casa me lo preguntó. Le dije: "Bueno, antier yo estaba muy ocupado".
CR: Sacando a Pedro Estrada.
CLB: Tú sabes que Pedro Estrada me llamó por teléfono y me dijo que estaba en una situación difícil, que lo ayudara, y yo –tú lo sabes mejor que nadie- que yo soy amigo de él..., esto fue en el 46, cuando cae Medina, a Estrada todavía no se le conocía como Jefe de la Seguridad Nacional, y lo ayudé a salir del país y le dije a Rómulo: "Yo estaba en esto". Rómulo me dio un abrazo y me dijo: "Ésa es la base fundamental del hombre, la lealtad, me satisface que me lo hayas dicho".
SI: Tú tienes un libro que se llama "La solución para Venezuela". Tú dices que esta coyuntura de Venezuela señala cuatro alternativas y una sola es la solución. ¿Cuáles son esas cuatro alternativas y cuáles son los inconvenientes de las tres primeras?
CLB: Las tres primeras. Yo parto de la base de que los candidatos hasta ahora seleccionados no representan ni siquiera la voluntad de la militancia propia de cada partido. El Dr. Caldera representa a un grupo de su partido, Jaime Lusinchi representa al Buró Sindical, que por cierto, está muy desacreditado con las cosas que han pasado en el BTV. Los grupos de izquierda también están todos divididos. Entonces, eso para el país es un hecho.
CR: Ésas son las tres primeras alternativas.
CLB: Esos son los cuatro candidatos que aparecen y representan tres alternativas. Vamos a partir de la base que ganara Lusinchi las elecciones. ¿Qué habría detrás de Lusinchi? Puro "cuarto bate". Manzo González, Lauría, Carlos Andrés Pérez, éste otro que fue del INCE, Homero Parra, este otro a quién le forjaron el acta de los 100 millones de bolívares a última hora, Celestino Armas, bueno, la memoria mía a veces es un poquito deficiente, yo tengo muchas anotaciones, y un grupo similar. Ésa sería la solución Lusinchi si éste ganara y entonces el país se terminaría de hundir, simplemente porque esta gente, una buena parte, lo que se llama el cogollito, lo que están buscando son posiciones y la manera de continuar enriqueciéndose. Ahora, si gana Caldera, él tiene un partido simplemente destrozado, entonces Caldera, con esa soberbia característica de él, va a querer tomar venganza contra muchos, empezando por aquellos que cuando perdió las elecciones Lorenzo Fernández, le dieron la espalda a él y a su grupo, contra aquellos que eufóricamente celebraron el triunfo de Luis Herrera a lo cual él se oponía y hay que recordar el caso del maletín, como lo digo en el libro, tan se oponía que hubo el caso del maletín en la convención del Radio City. Entonces, ¿cómo puede gobernar con un partido destrozado? ¿Quién sufre las consecuencias?, las sufre Venezuela, es el país, y este país al cual quiero yo como lo queremos todos.
CR: Entonces, ni Lusinchi ni Caldera.
CLB: La tercera alternativa es más peligrosa todavía, porque, ¿qué pudiera suceder aquí si gana José Vicente Rangel o si gana Petkoff?, que para el caso es lo mismo. Se trata de un grupo de mentalidad totalitaria. Bueno, se repetiría el caso de Cuba, el de Chile, el de Nicaragua. Eso sería más o menos, o causaría el mismo estrago que la bomba de Hiroshima en el 45. Eso es funesto. Pero nosotros tenemos el voto en la mano, tenemos la solución en nuestras manos.
SI: ¿Cuál es la solución?
CLB: Bueno, buscar un hombre, que lo hay, porque las reservas morales de Venezuela son bastante grandes.
CR: ¿Quién lo va a lanzar? Tú has sido hombre de partido y sabes que los candidatos requieren de un partido de apoyo.
CLB: Es que las maquinarias, yo puedo garantizarlo aquí, son el invento más descarado de los grupos políticos. Las maquinarias no existen. Existen teóricamente cuando es maquinaria contra maquinaria, y la prueba de lo que estoy diciendo es que, cuando Caldera gana las elecciones, hay una lucha entre las maquinarias del MEP y de AD.
SI: Pero faltan apenas nueve meses para las elecciones.
CLB: Sí, apenas faltan nueve meses, pero en dos o tres meses podemos hacer una gran reunión y ya se está promoviendo esta reunión, ya en Barquisimeto hay más de 50 personas comprometidas con este paso y aquí en Caracas también hay muchos.
SI: Pero ¿a quién lanzarían?
CLB: Espérate, yo no voy a señalar candidato porque en realidad habrá otros que los conozcan mejor y los que van a señalar candidatos son personas que van a ir a la reunión, incluso se invita a AD, se invita a Copei, y se invita a la CTV, se invita a Codesa, se invita a todos los grupos, a Fedecámaras también, a todos los grupos para que vayan a la reunión, para designar a un candidato.
SI: Pero no se llega de limpiabotas a lo que tú eres, con tu valentía, por nada. Lo que tú dices es utópico. Ves las encuestas y éstas dicen que hay una parte del país que le gusta mucho Lusinchi y hay otra parte que le gusta mucho Caldera, y hay otros –en número pequeño- que prefieren a Petkoff o a Rangel. ¿A estas alturas, tú crees que alguno de ellos, que ha gastado dinero, tiempo, saliva, sus mejores intenciones, aceptaría esa idea tuya?
CLB: ¡Ah, sí! ¿Cómo que si la van a aceptar? Si no la aceptan es peor para ellos, porque los que la aceptamos somos la mayoría. Nosotros logramos imponer nuestro candidato y de eso estoy ciento por ciento seguro.
SI: Todavía podría ser posible si tú sacaras un nombre del pumpá, y dijeras: "Aquí está la alternativa válida, aquí está esta maravilla".
CLB: Bueno, en eso estamos.
SI: ¿Por qué no aprovechas este programa de tanta audiencia para decirlo?
CLB: Eso yo lo comprendo, pero todavía no hemos llegado a ese extremo. Acaba de iniciarse el proceso electoral, se inició el 11 de este mes.
SI: Los muchachos y todos los que estamos aquí, hemos estado fascinados y también los venevidentes con Carlos Luis Barrera, autor del libro "La Solución para Venezuela".
CR: Hay que leer este libro y seguir pendientes de lo que va a hacer Carlos Luis Barrera, y debo decir que Carlos Luis ha pronosticado, sin equivocarse ni una sola vez, los triunfadores en cada una de las elecciones que ha tenido Venezuela en su etapa democrática. De manera que, ingenuo no es.