Entrevistadores: Sofía Ímber; Carlos Rangel
Entrevistado: Hüber Matos, Ex figura de la Revolución Cubana.
Programa: Buenos días
Canal: Venevisión
Fecha: 28-02-1980


CR: Vamos hoy a entrevistar a Hüber Matos, la tercera figura de la revolución cubana junto con Fidel Castro y Camilo Cienfuegos, gobernador militar de Camagüey después del triunfo de la revolución en enero de 1959, arrestado en octubre de ese mismo año, y condenado a 20 años de presión que cumplió íntegros, y de los cuales pasó 16 incomunicado -7 de los cuales no le pudo ver la cara a nadie- y un año y medio sin ver el sol.
SI: Hüber Matos, usted es el ejemplo principal de una circunstancia que se repitió en millares de casos, hombres que lucharon contra Batista arriesgando todo, ofreciendo todo, y que luego muy rápidamente se decepcionaron de Fidel Castro. ¿No había indicios suficientes antes de enero de 1959 de que Fidel mentía cuando se proclamaba demócrata?
HM: Fidel ha tenido la suerte de poder engañar a mucha gentes, es un maestro en el arte de la simulación, y se las arregló en Sierra Maestra, y después de Sierra Maestra, durante los primeros meses de la revolución en el poder, para hacer y decir, de tal modo, que confiásemos en su verdad, en su condición de demócrata; nos afirmaba una y otra vez, que la revolución era fundamentalmente una revolución para restituirle al pueblo de Cuba sus derechos, para darle vigencia plena a la libertad y para mantener el principio de la soberanía, y de la independencia, como una cuestión fuera de toda discusión. Con nosotros muchas veces conversó sobre la necesidad de mantener a cierta distancia a los elementos comunistas que se sumaban a la revolución, a la lucha revolucionaria, darle participación pero en puestos clave para que no creasen problemas en el futuro; de modo que ¿cómo no íbamos a creer en su verdad si nos la presentaba de un modo irrebatible, totalmente convincente? Lo que nosotros no podíamos percibir por aquella época, era la hipocresía que había en aquel hombre, a tal punto que cuando comenzamos a ver ciertos indicios de la dualidad entre sus palabras y lo otro, y sus intenciones, pues al principio tuvimos nuestras dudas y necesitábamos ver las cosas un poquito más claras para aceptarlas, ya en todo lo que había de dolorosa realidad, esto es, en la muerte de la fe en quien para nosotros, era nuestro hermano y nuestro guía.
CR: Ahora, en el caso suyo, Hüber, ¿cómo se desarrolla su desilusión entre enero y octubre del 59, cuando usted renuncia a la gobernación militar de Camagüey y es arrestado por orden de Fidel?
HM: Comenzamos a ver la doblez en la penetración comunista dentro de lo que era el aparato de orientación ideológica de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, artículos que salían en un publicación: "Verde Olivo", que tempranamente comenzó a salir allá por los meses –no recuerdo exactamente- pero sí ya fue como por marzo y abril, tal vez desde febrero, y vimos ciertos artículos que eran de orientación filocomunista; eran cosas que no podían conciliarse con la defensa de los principios democráticos, y por ahí pues, fuimos siguiendo el hilo; eso nos puso en alerta y al mismo tiempo, pues nos creó ciertas dudas.
CR: ¿Por qué usa el plural... eran varios compañeros los que veían estas cosas, o era usted solo?
HM: No. Uso el plural porque éramos unos cuantos, realmente la mayoría, la inmensa mayoría del ejército rebelde tenía vocación democrática, y estábamos interesados en que la revolución no se desnaturalizase, interesados en servir a Cuba, y en servir a la causa de la libertad, por eso nuestra preocupación; seguimos viendo un indicio por aquí y otro por allá, y llegamos a la conclusión de que algo estaba pasando... Conversamos con Fidel, tratamos de convencerle de la necesidad de definiciones ideológicas precisas, en concordancia con lo que se había prometido al pueblo que era la libertad, restablecimiento de la Constitución de 1940, reformas compatibles con el orden democrático; y él nos fue dando largas hasta que llegamos a la conclusión –andando el año 1959, esto es por los meses de junio, julio, agosto- llegamos a la conclusión de que Fidel estaba entregándole la revolución a los comunistas, que estaba traicionando al pueblo. Pero aún así no quisimos tomar determinación sino que tratamos de convencer a Fidel sobre la necesidad de ser fieles al compromiso con el pueblo, y él por supuesto, ganó tiempo diciéndonos que sí, que él estaba consciente de que había que realizar una revolución democrática, que ése era su propósito, su determinación firme. Pero las cosas llegaron a tal punto, que hubo que tomar una determinación y eso fue lo que hicimos en octubre de 1959.
CR: Sí, renunciar a la gobernación militar de Camagüey.
SI: A usted lo acusó Fidel, primero de calumniar la revolución advirtiendo contra la infiltración comunista, y luego, cuando esa acusación fue ridiculizada por los hechos, de haber conspirado, lo cual también era falso. ¿No se arrepiente usted hoy, Hüber Matos, de no haber conspirado, de no haber usted, su prestigio y la fuerza militar a su disposición para tratar de impedir lo que luego ocurrió en Cuba?, ¿no se siente usted con ese "Mea Culpa"?
CR: ¿Con ese cargo de conciencia?
HM: Cuando se actúa por principios, uno puede arrepentirse luego de no haber hecho lo que la nación –en este caso- necesitaba para salvarse, para evitar la tragedia ésta de un régimen comunista que tan duro le está saliendo al pueblo de Cuba, pero tiene a su vez la tranquilidad de haber sido leal a sus convicciones, y en las luchas la motivación es lo primero; cuando un hombre se da de corazón, se da de lleno con toda su alma, con todas sus energías, y su tiempo a la causa de la libertad y a la causa de la patria, están tan lleno comprometido en ello, que necesita ver las cosas muy claras en sentido contrario, para no seguir, digamos románticamente, dependiendo de aquello que cree que es lo mejor para su país.
SI: Pero, ¿usted no cree, Hüber Matos, que usted, siendo un héroe y siendo un mártir y un símbolo, de todas maneras le hubiera sido más útil a Cuba, haber evitado con todo su prestigio, que hubiese muchos mártires y que hubiese muchos héroes? Usted quiere sus principios, usted es indudablemente el más alto símbolo de lo que un ser humano puede dar, pero, si usted hubiera dicho: caramba, éste es un sinvergüenza y un comunista, y este hombre va a llevar a mi país a la desgracia, yo me voy a dejar de zoquetadas y entonces yo lo voy a combatir, ¿no hubiera sido mejor?
HM: Indudablemente que si hubiese actuado de otro modo, habría sido más útil a Cuba, pero mire, tengamos en cuenta esto que es importante desde mi punto de vista, nosotros no podíamos de ningún modo asumir en aquel momento un posición que hubiera sido interpretada como caudillismo ambicioso, como aventurerismo, porque el pueblo de Cuba entero, tenía fe en Fidel Castro en aquel momento, y lo que correspondía hacer desde ese punto de vista, era dar un alerta a la nación, y simultáneamente realizar un último esfuerzo para ver si se convencía a Fidel de la necesidad de irnos por el camino democrático, de mantener así la fe en el pueblo, y de mantener la decisión de defender las instituciones democráticas. Pero todavía hay otro elemento que quiero que tengamos en consideración porque es un elemento de importancia: hasta el mismo día en que Fidel Castro me acusa injusta y vilmente de haberme sublevado contra la revolución, yo consideraba, en el orden de las relaciones personales, a Fidel como un hermano mío, y es deshonesto conspirar contra un hermano; así es que en ese orden de las relaciones personales, no me estaba permitido moralmente, conspirar contra él. Si yo hubiese visto toda la tragedia que venía sobre el pueblo de Cuba, hubiera dejado a un lado esas consideraciones de lo que hemos llamado relaciones personales, pero costaba trabajo aún creer que aquel hombre que había inspirado una fe tan grande en el pueblo de Cuba, que tenía una palabra tan convincente, que se presentaba como un sacrificado de la causa de la libertad, fuese un hipócrita de tal magnitud. Así es que necesitábamos que el tiempo nos acabase de demostrar todo lo que había de doblez, de mala intención, de ambición tremenda en Fidel Castro, para comprender digamos, su afán de mantenerse en el poder a cualquier precio que fuese, enlutando a todos los hogares cubanos. Fidel no es comunista...Fidel no es comunista, ése es mi criterio, Fidel doctrinalmente no es comunista: Fidel es un ambicioso oportunista. Los comunistas de verdad, los comunistas que están convencidos de su doctrina, aún los más modestos, aún los que tienen un nivel cultural muy mediano, cuando conversan, cuando interpretan la historia, denuncian su método marxista; Fidel jamás en conversaciones largas que tuvimos nosotros sobre el problema de Cuba, sobre el problema de América Latina, sobre el problema o los problemas del mundo, jamás se manifestó como un comunista; su enfoque, su interpretación de los hechos, su forma de ver el desarrollo histórico del hombre, ha sido siempre el de un individuo que actúa como demócrata, que está convencido de los principios de la democracia, así que en el fondo, Fidel no es comunista, es comunista por conveniencia, porque está definido ahí, pero su ideología...
CR: Fue lo que le permitió hacerse dictador vitalicio...
HM: Y lo que le permitió engañar a todo el mundo, porque habla de un modo tal, que parece ser el mejor defensor de los principios democráticos.
CR: ¿Cuándo fue su última entrevista a solas con Castro, y cuándo fue la última vez que usted vio a Fidel Castro?
HM: En septiembre de 1959, conversamos por última vez a solas, sí.
CR: ¿Cómo fue esa entrevista?
HM: Fue precisamente en el edificio "Inra" en la Habana, fue una entrevista cordial pero ya con un poquito de frialdad, y nuestra relaciones siempre fueron muy buenas. En la Sierra tuvimos confrontaciones por cuestiones de forma; Fidel era brusco, un poco soberbio, y le gustaba tratar a los oficiales en la Sierra Maestra, a los jefes de guerrillas y a los oficiales que él tenía a su alrededor, a veces con insolencia...
SI: Gusto que conserva...
HM: Y desde que llegué a la Sierra, me di cuenta de eso, y realmente sin reservas hacia él, me dije: si un día ensaya conmigo, yo no voy a tolerar resto. Y en el primer ensayo lo paré en seco y le dije: "yo no he venido aquí a que me falten el respeto, yo he venido aquí a defender los derechos y la dignidad del pueblo de Cuba y se tengo que soportar cualquier vejamen, por simple que sea, entrego el arma y me voy a sembrar malanga"...
CR: Yuca, le decimos aquí.
HM: Una vianda muy útil en Cuba. Pues... "me voy a sembrar malanga para el ejército rebelde, aquí tienes el arma, así es que si continuamos tratándonos, si tengo que servir de verdad como revolucionario luchando por mi patria y por mi pueblo, es con la condición de respeto para mi persona".
CR: En esa entrevista en La Habana, en septiembre del 59, ¿usted no logró intuir que Fidel tenía pensado arrestarlo menos de un mes más tarde?
HM: Capté que estaba ya actuando con doblez de intención, pero no esperaba que procediera de un modo tan desleal respecto a mí, porque habíamos quedado en una entrevista el 27 de julio, cuando él me da la respuesta a una carta que le había hecho 4 o 5 días antes, exponiéndole la conveniencia de mi separación de las filas revolucionarias, él en esa respuesta me dice: "No, de ningún modo; no es necesario que tú te vayas, ni conveniente tampoco", y yo le insisto: pero es que las cosas se van desenvolviendo de tal modo que creo que tendrá que apartarme... Y me dice: "En ese caso, cuando lo decidas en forma definitiva, nos sentamos a conversar y todo se resuelve bien", y cuando planteo mi denuncia ya en condición de renuncia irrevocable, en vez de sentarnos a conversar, lo que hace es acusarme de traidor y de estar sublevado.
SI: ¿Es cierto que él después, fue personalmente acusador suyo y que además, habló siete horas contra usted?
HM: Mire, Fidel no sólo habló para acusarme sin pruebas durante unas siete horas, sino que nombró los jueces militares que me juzgaron, es decir, nombró el tribunal y lo escogió entre sus personas de más confianza, entre sus más incondiciones –hasta al jefe de su escolta lo nombró juez militar mío- al tribunal lo integró así. Y luego dirigió todo a su cargo, fue acusador y fue testigo para probar esa acusación, y actuó como fiscal, porque realmente la condena de 20 años, es una condena que él señala después de haber pedido para mí la pena de muerte en un acto público.
SI: Hay una cosa muy importante...
HM: Fue un juicio de "opereta", pero una opereta que se convirtió después en tragedia.
SI: Con motivo de su libertad después de 20 años de prisión, un diario de Caracas entrevistó en La Habana, a tres presos también recién liberados, y logró que uno de ellos, llamado Carlos García Vásquez, dijera que es falso que usted haya sufrido maltratos, que es falso que usted haya pasado 16 años incomunicado en una celda de 2 metros por 3, que usted tenía un pabellón aparte en la Isla de Pinos, que usted recibía visitas –siempre esto de acuerdo a lo que dice el señor Carlos García Vásquez- y que usted tenía mejor trato que todos los otros presos. Eso salió aquí en Caracas, en los momentos en que usted no aceptaba entrevistas.
HM: Tengo conocimiento de esas declaraciones, lo supe hace muy pocos días... No vale la pena que tratemos de ese preso que se hacía pasar por amigo mío; ahora en la última etapa lo conocí, en la última etapa de la prisión. No vale la pena ni siquiera que menciones a este preso ni el sobrenombre que tiene puesto, es uno de estos presos que han salido después de haberle estado haciendo el juego a Fidel en las prisiones, es decir, presos manteniendo al mismo tiempo la condición de presos, y la de agentes del comunismo, y que han salido al extranjero con el propósito de presentar a un Fidel con una imagen distinta a la del dictador y a la del criminal que oprime al pueblo de Cuba. Muy sutilmente dejan caer estas cositas, pero muy sutilmente; así que ya con esto les estoy caracterizando al personaje. Haría muy bien ese preso, para sostener sus palabras, en presentarse un día, no juntamente con Hüber Matos –que yo por supuesto no me voy a presentar con él porque le estaría concediendo un honor que en modo alguno merece- pero sí con algunos de mis compañeros para que quede en evidencia quién es él, y quiénes son los otros presos; los que hemos estado en verdad plantados frente al sistema, resistiendo al sistema por la necesidad de mostrarle al pueblo de Cuba y al mundo, que los hombres que defienden principios pueden soportar el castigo de la fuerza y salir victoriosos de la fuerza, victoriosos en el sentido de que hemos salvado la dignidad de nuestro pueblo, y el derecho del pueblo a continuar la lucha, y eso es una cosa muy importante. Quiero referirme a un hecho que sí merece la pena que nosotros lo aclaremos: en ningún caso he dicho que he estado 16 años metido en una caja de concreto, a mí me tuvieron metido en una caja de concreto durante un año en Isla de Pinos, en la última etapa de mi prisión en Isla de Pinos... He estado en varias prisiones, y cuando he hablado de 16 años de incomunicación, no he dicho que siempre ha sido incomunicado solo; la incomunicación en las prisiones cubanas es esto de separar a un preso, a dos, a tres, a cuatro o a cinco presos, pero en número muy reducido, y meterlos en cuevas, meterlos en los peores sitios de cada prisión, y eso es lo que han hecho conmigo; durante 16 años he estado metido en distintos lugares completamente marginado del resto de la población penal cubana. Estoy escribiendo un libro donde cuento la verdad, paso por paso, de todas las cosas, de todos los atropellos, de la brutalidades, las maldades sutiles o bestiales que Fidel Castro ha hecho conmigo y con otros presos, denunciando los crímenes que ha cometido; en este libro podrán comprobarse uno a uno, con datos precisos, todos los detalles incluyendo la historia de Camilo –de lo cual todavía he hablado muy poco- y allí van a salir algunas verdades que servirán para que la gente sepa muy bien, qué le ocurrió a Camilo Cienfuegos.
SI: Hoy estamos entrevistando a un hombre, Hüber Matos, no hay más título. Estamos hablando de su prisión en Cuba, lo cual es realmente imposible hablar en un solo programa de TV, de los maltratos y de las cosas que se pueden hacer contra la dignidad del hombre, para que un hombre salga justamente...
CR: Hüber Matos tiene reticencia de hablar sobre todo de su caso, pero podría hablarnos del de otros presos, por el ejemplo del de Marta F. y de otras mujeres presas...
SI: Durante el intermedio de comerciales, él me dijo justamente, que él quería hablar de otros presos, por ejemplo el caso de las mujeres...
HM: De Marta F., no he tenido la oportunidad de tratarla en las presiones, de conocerla, y hasta desconozco los detalles de su caso; en que durante casi todo el tiempo de mi internamiento, me tuvieron aparte y sólo en la última etapa de dos años y medio, pude conocer a unos cuantos presos, y en un pequeño período de fines del 68 hasta el 69, también entonces me permitieron estar con los demás presos; el resto del tiempo lo he pasado así, marginado totalmente, es lo que nosotros llamamos la incomunicación y a lo que me referí hace unos momentos. Quiero todavía añadir algo más, es muy posible y también una cosa muy lógica, que compañeros que han padecido en las prisiones cubanas del régimen de Castro, aunque en diferente medida, se expresen ahora en el sentido de que aquello no ha sido tan duro como fue, porque a ellos no se les trató así, y además siempre hay gente que sale un poquito mortificada mirando que hay otros presos que han sabido mantener una posición que ellos no fueron capaces de mantener, y consecuentemente, buscan de tratar de desacreditar a esos presos que en sí, han asimilado el sacrificio y han salido –vaya- con la condición de hombres verticales y de mujeres también verticales. Las mujeres han escrito páginas heroicas en la prisión política cubana, aunque a distancia de nosotros, porque nunca pudimos, -por lo menos yo nunca pude tratar con las mujeres presas ni verlas- pero es que han sido unas verdaderas heroínas en esta lucha. De otros presos, pues conozco el caso de Valladares...
SI: De quien hemos hablado muchísimo aquí.
HM: Con Valladares estuve una vez en una misma galera, la galera 16 de La Cabaña, con Menoyo también estuve preso varios años, éramos un grupo de incomunicados pero no todo el tiempo, porque en Isla de Pinos por ejemplo, él estaba en un lugar...
CR: La muerte de Boitel, ¿se conoció entre los presos?
HM: Boitel era del grupo de incomunicados, a Boitel lo asesinaron –de eso no hay duda-, lo asesinaron. Estuvo con nosotros hasta unas horas antes de que lo asesinaran, ya se fue de allí en muy malas condiciones –eso lo cuento en el libro detalle por detalle- menos las últimas horas, porque lo sacaron para darle asistencia médica y lo remataron, ya eso fue... lo sacaron el día 24 de mayo del 72 a la una y pico de la tarde, y lo asesinaron en la noche del 24 al 25, y lo enterraron por la mañana del día 25...
SI: Y no le entregaron el cadáver a su madre.
CR: En sus 20 años de prisión en Cuba, ¿hubo alguna vez, tuvo usted la experiencia, o bien otro preso que usted haya conocido, de recibir en alguna de esas prisiones, la visita de Amnistía Internacional, de la Cruz Roja Internacional, o de alguna comisión de Derechos Humanos de la ONU?, eso que otros países, mal que bien admiten, la visita de estas comisiones... ¿ocurrió alguna vez eso en Cuba?
HM: De lo que los demás presos hayan visto respecto a las visitas de esas instituciones internacionales, yo no puedo hablar. Por ejemplo Amnistía me defendió, Amnistía luchó por mi libertad, y creo que fue el principal baluarte en la defensa de mi vida, esto, Amnistía internacional no logró que me rebajaran ni una hora de mi condena, pero sí creo que logró garantizar mi vida con la campaña que hizo a favor de mi libertad. (INTERVIENE EL SEÑOR RANGEL PARA PREGUNTAR, PERO FUE ININTELIGIBLE)... Vamos a terminar esta parte y luego aclaramos eso otro. Nunca tuve oportunidad en 20 años, de ver a un periodista, ni de ser visitado por nadie, -fuera de la familia-, así es que con esto ya le estoy diciendo... Y durante muchos años yo no pude ver a un familiar, durante 7 años y pico no pude ver a un familiar; así es que las instituciones éstas, si hicieron algunas gestiones fueron acerca del gobierno, con el gobierno, pero no vi a nadie, absolutamente a nadie ni de Amnistía, ni de Cruz Roja Internacional, a nadie en estos 20 años. Ahora es que me estoy relacionando con estas instituciones y le agradezco mucho a Amnistía Internacional y a otras instituciones.
CR: El hecho es que nunca les permitieron ingresar ni siquiera a Cuba, y mucho menos por tanto, a las prisiones. Ahora, en cuanto a esta pregunta: ¿usted pensó que iba a salir vivo, con todo el rencor que Fidel tenía contra usted?
HM: Tuve mis dudas hasta el minuto mismo en que fui puesto en libertad; creo que si me soltaron fue porque Fidel temió el escándalo internacional que iba a derivarse de mi muerte o de mi retención tras las rejas; así es que hasta el último instante, tuve dudas y más que los últimos cuatro días fueron de golpes y de confrontación; cuatro días antes de salir en libertad me dieron unos cuantos golpes; eso también lo he denunciado ya a la prensa desde mi salida y lo narro con todos sus detalles en mi libro. Me interesa mucho porque ya el caso mío es cosa resuelta, estoy en libertad, disfruto los bienes de la libertad, pero quedan muchos hombres, muchos compañeros míos en las cárceles, que no sólo no han salido en libertad, sino que sobre ellos pesa la amenaza de una muerte a largo plazo; son los presos que llevan 17, 18, 19 años sin más ambiente que las cárceles cubanas, principalmente hablo de los plantados.
SI: ¿Qué son los plantados?
HM: Los plantados son los presos que no aceptan el plan de rehabilitación, que no aceptan el sometimiento político, que están frontalmente encarados al sistema comunista, que no aceptan trabajos estando presos. Menoyo es uno de ellos, pero hay muchos, muchos que son verdaderos héroes también y que no son conocidos, cual es el caso de Silvino Rodríguez Barrientos, el más plantado de los presos plantados ahora en esta etapa. Está el caso de José Oscar Rodríguez Terrero, que es un muchacho a quien llaman "Napoleoncito", que lleva muchos años presos, tiene 35 años de edad y lleva 19, está cumpliendo 20 años de prisión, la mayor parte de su vida la ha pasado allí; y así hay infinidad de casos, como el de Servando Infantes Jiménez también, son presos todos estos...
SI: Usted habla de todos ellos en el libro suyo.
HM: Sí, ¡cómo no! Todos ellos tienen hasta dos condenas como el caso de Silvino, condenado por segunda vez; ya cumplió y lo mantienen preso, y Servando tiene más de una condena también, y muchos presos que son verdaderos héroes desconocidos hasta el momento. Pero vamos a hablar de los presos políticos en general, es necesario que el mundo entero conozca que los tres mil y tantos indultos concedidos por Fidel Castro, tienen mucho de fraude, han sido puestos en libertad presos políticos que sí estaban en las cárceles, pero hay muchos que no estaban en las cárceles sino que ya estaban en libertad desde hacía años, mediante el plan de rehabilitación... y como Fidel los había puesto en libertad y no les había cambiado la condición de presos, porque no les había entregado documentos, pues eran hombres libres en cuanto a la cuestión de la realidad, en cuanto a que hacían uso de sus posibilidades de moverse, de tener familia, de trabajar, autodeterminándose dentro de las limitaciones comunistas, pero en los papeles, Fidel los mantenía como presos precisamente para hacer algún día, una jugada habilidosa, y eso es lo que ha hecho ahora: hombres que tenían 8, 10 y 12 años de estar ya en libertad, ahora aparecen en las listas como indultados. Con esa jugada tramposa pues, ha logrado que los presos que de verdad necesitaban la libertad, y la necesitan, se queden en las prisiones; hay cientos de plantados en las prisiones y también hay algunos presos que están en el plan de rehabilitación y que son gente que vale, porque el plan de rehabilitación no significa que ya el individuo se haya desmoralizado, sino que es una condición táctica en muchos casos del individuo, que para resolver su problema más fácilmente, pues acepta, acepta la condición de preso rehabilitado, pero siguen siendo moral y políticamente gente que tiene valor.
SI: Quienes están fuera de Cuba, ¿qué podemos hacer por los cubanos? Es importante lo que usted nos pueda decir, no sólo por los presos de Fidel sino también por todos los cubanos.
HM: Mantener la denuncia constante...
SI: Eso lo estamos haciendo.
HM: Mantener la denuncia constante de los crímenes, de los atropellos que están realizándose día a día en las cárceles de Cuba, mantener el reclamo al mundo entero, a los gobernantes del mundo entero, particularmente a los gobernantes de esos países con moral como Venezuela, Costa Rica, Canadá, Estados Unidos, mantener... el caso de Santo Domingo, de la República Dominicana hoy en día... mantener la denuncia y el reclamo para que esos gobiernos, y los parlamentarios de esos países se movilicen reclamando la libertad de los presos políticos cubanos. Y por el pueblo de Cuba también se puede hacer mucho, y ustedes desde luego., están haciendo mucho; nosotros sabemos que hay mucha gente interesada en que Cuba vuelva a ser tierra de libertad, bueno, esa batalla la tenemos que librar todos, los venezolanos, los cubanos, los...
CR: Resulta que hay una controversia muy angustiosa, porque entre quienes desean ayudar al pueblo cubano, hay quienes dicen que Fidel ya se entronizó allí sin remedio, que lo mejor que se puede hacer por el pueblo cubano es tener las mejores relaciones posibles con Fidel, que Fidel no se sienta amenazado, tener relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba, aceptarlo como un miembro más de la comunidad haciendo tabla rasa y olvidando el pasado. Por otra parte hay quienes sostienen que Fidel Castro es un tirano implacable, un asesino, un torturador de presos, además un ambicioso incorregible que no cejará en su empreño por ejemplo, de subvertir la democracia en Venezuela, y de que hay que mantenerlo justamente denunciado permanentemente como el paria internacional, el delincuente internacional y nacional que es, el verdugo del pueblo cubano y el hombre interesado en desestabilizar cuanta democracia exista en El Caribe o en América. En esa controversia, ¿quién tiene razón?
HM: La primera tesis es engañosa; Fidel es un delincuente internacional, un gángster político y hay que estar frente a él, no sólo porque es una necesidad apoyar las ansias de libertad, los impulsos de rebeldía del pueblo cubano, sino porque es un modo de defenderse los propios países que están próximos a la Cuba castrista. Fidel está sembrando la subversión en todos estos países, hay evidencias de ello, y si por ejemplo, en el caso específico de Venezuela, ustedes no se ponen en alerta, en un alerta que se complemente con la actuación en defensa de la libertad y de la independencia de los venezolanos, ustedes tarde o temprano van a ser víctimas de las ambiciones y de las intenciones de dominio del señor Fidel Castro, aunque nosotros tenemos la esperanza de poder contribuir efectivamente a la liquidación de Castro y de su dictadura; estamos luchando de corazón por organizar el exilio cubano, por orientar al pueblo de Cuba con vista a la recuperación democrática de nuestro pueblo; es una tarea difícil, pero el pueblo cubano repudia el comunismo, después de dos décadas está así, batiéndose digamos, sordamente con el sistema comunista, resistiendo en sabotajes, en demostraciones a través de la resistencia en las fábricas, en los talleres, en el mal servicio de casi –digamos- todo lo que es por ejemplo el transporte; el cubano está saboteando todo el aparato de transporte en Cuba... en fin, los servicios públicos en general están resistiendo y la juventud en las escuelas, la juventud que se niega a ir al África, en fin, hay una repulsa general al sistema mismo en esto de resistencia individual, ciertamente pasiva, pero a la vez activa en cuanto a que evidentemente, se manifiesta el rechazo al sistema y eso ha de producirse en días más, días menos, en una rebeldía actuante.
SI: Usted que ha sido comandante, y que ha subido y bajado en las montañas, ¿usted cree que solamente con el corazón –como usted acaba de decir- con estos actos de rebeldía no muy continuos, porque no se puede estar todos los días saboteando el transporte o no queriendo ir al África, pero yendo porque al fin y al cabo los mandan, es suficiente eso?, ¿usted cree que con todos estos elementos sea suficiente para un aparato tan fuerte por dentro y tan fuertemente sostenido por fuera sea suficiente para implantar de nuevo la democracia en Cuba?, ¿no cree usted que los elementos negativos, los elementos diabólicos, los elementos del mal, son los que tienen toda la fuerza, tienen las armas, tienen el dinero y están adentro?
HM: En Hungría hubo un régimen comunista muy fuerte, y no impidió la rebelión popular en el momento oportuno; en Cuba hay un régimen comunista tal vez más fuerte que el que había en Hungría en el año 56, pero, también el pueblo cubano es un pueblo heroico, es un pueblo que ama la libertad y es un pueblo que jamás renunciará a librarse de las cadenas en que vive, porque es un pueblo que no tiene vocación de esclavitud. Confiemos en que el pueblo cubano dará esa demostración cabal de rebeldía en su momento. Nosotros le concedemos importancia a esas manifestaciones de repudio al sistema, esa protesta, ese sabotaje, porque sabemos que todos esos pequeños hechos, son elementos de un gran proceso de rebelión del pueblo cubano, no de rebelión en este momento, sino de rebelión que va "in crescendo".
CR: ¿Qué opina usted de la proposición hecha por Fidel a los exiliados de reconciliación?
HM: Ésa es una jugada tramposa más de Fidel Castro; si Fidel es el que ha estado durante años llamándoles traidores, gusanos, vende-patria, en fin, señalando con los epítetos más despreciables, más despectivos, a todos los emigrados cubanos, ¿cómo ahora vamos a creer que de buenas a primera, se ha convertido en amigo de los emigrados cubanos que salieron de su tierra porque no podían allí resistir la dictadura, la crueldad de la dictadura, y las persecuciones de la dictadura?, de esa dictadura impuesta por Fidel; es un juego así, tan hipócrita, tan sucio, tan burdo al mismo tiempo, que solamente los elementos de una candidez extraordinaria pueden aceptar eso, y los oportunistas, porque hay muchos oportunistas que se han sumado a eso.
CR: ¿Cómo puede Hüber, la gente que tiene allí a su familia, a su madre, hermanos, resistir a la tentación de ir a verlos a Cuba y contribuir de esa manera al juego de Castro?
HM: Mira, en este sentido nosotros no somos críticos, esto es, ha habido cubanos del exilio que han querido ir a visitar a sus familiares, están por medio cuestiones de sentimientos humanos y no somos críticos cuando se trata de casos particulares...
SI: Pero justamente con eso es que está jugando Fidel...
HM: Nosotros a lo que sí nos oponemos es a la ayuda económica desde el exilio, o de los gobiernos, de estos gobiernos demócratas, la ayuda económica a Castro mediante el intercambio comercial o mediante, por ejemplo, el financiamiento o algún tipo de asociación con el gobierno castrista. Entendemos que a un gran delincuente como es Fidel Castro, no se le debe ayudar, y por eso nos oponemos como cuestión táctica más que otra cosa, a que los gobiernos establezcan o mantengan relaciones comerciales con Castro; es un modo de ir contra los intereses y las aspiraciones del pueblo cubano. Quiero referirme al caso éste que está en litigio en este momento, la cuestión del Derecho de Asilo, ¿qué cosa es Derecho de Asilo y qué cosa no es Derecho de Asilo?, yo no soy jurista pero sí soy un ciudadano, y un cubano que está consciente de lo que ocurre en su patria y considero que es un deber elemental de los gobiernos que tienen relaciones con Fidel Castro, que mantienen esa cuestión formal de relaciones diplomáticas con Fidel Castro, los gobiernos de América, defender como principio el Derecho de Asilo. En Cuba, cualquiera es un perseguido porque los nueve millones de cubanos son perseguidos políticos, así que toda defensa del Derecho de Asilo es algo no sólo moralmente justificado, sino es algo que podemos interpretar como una necesidad de amparo a un pueblo perseguido.
SI: ¿Existe en algunas áreas, en otras no. Hay mucho intelectual confundido en América y en Europa acerca de la realidad cubana, y es que Fidel engaña fácil a pesar de todos los crímenes que ha cometido.
CR: Ahora que usted ha salido y ha viajado por Estados Unidos, por América, ¿ha podido medir el grado del engaño?, ¿cuál es su grado?
HM: ¡Ah!... Ya va ganando terreno, pero mucho terreno la verdad verdadera -valga la redundancia-, del caso cubano y de quién es Fidel Castro. En estos últimos tiempos, en estos últimos meses todavía más., precisemos, hemos podido ver cómo la gente va comprendiendo la doblez de Fidel Castro; aquí tenemos el caso de que él mismo, con sus aparentes triunfos está diciendo quién es, un hombre sometido a la política expansionista de la URSS, convertido en agente del expansionismo soviético, mandando ejércitos de cubanos a morir por la ursa en África, y sirviendo así a esa causa expansionista de la URSS en Angola, en Etiopía, en otros países y en Asia también. Y por otro lado, presentándose como el dirigente de los países no alineados, esto es, un satélite en función de agente de la URSS simultáneamente apareciendo como presidente del movimiento de países no alineados.
CR: Nos queda un minuto... ¿usted quiere decirle algo a Venezuela?
HM: ¡Cómo no!... ¡Y a ustedes también, Carlos, Sofía...! Yo estoy muy agradecido de todo lo que ustedes han hecho y están haciendo por la causa de la libertad en el caso de reclamar la liberación de presos políticos cubanos, en el caso personal mío, y estoy agradecido a todo el pueblo de Venezuela por el respaldo que nos ha brindado en esta lucha por sacar a los presos políticos y por devolverle la libertad al pueblo de Cuba; agradecido también a este gobierno y a todos los gobiernos que en el mundo, con una posición moral diáfana, están respaldando los intereses, los sentimientos y las esperanzas del pueblo de Cuba.
CR: Hemos tenido realmente una gran emoción y un gran honor en haber podido entrevistar hoy a Hüber Matos, después de doce años de mencionarlo casi semanalmente –diría yo- y ciertamente no menos de varias veces al mes en este programa, reclamando su libertad.